Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Edición Especial
2023
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LA EDUCACIÓN FÍSICA Y SU CONTRIBUCIÓN A LOS NIVELES DE ACTIVIDAD
FÍSICA DE LOS ESTUDIANTES DE BACHILLERATO ECUATORIANOS.
PHYSICAL EDUCATION AND ITS CONTRIBUTION TO THE LEVELS OF PHYSICAL
ACTIVITY OF ECUADORIAN HIGH SCHOOL STUDENTS.
Autores: ¹Soraya Yamil Triviño Bloisse, ²Carlos Hugo Angulo Porozo, ³Kevin William
Guadalupe Sánchez y
4
Darío Alfonso Tapia Coloma.
1
ORCID ID: https://orcid.org/0000-0003-3809-9539
²ORCID ID: https://orcid.org/0000-0002-7715-4003
³ORCID ID: https://orcid.org/0000-0003-4233-4685
4
ORCID ID: https://orcid.org/0000-0002-9096-8925
²E-mail de contacto: carlos.angulop@ug.edu.ec
³E-mail de contacto: kevin.guadalupes@ug.edu.ec
Afiliación: ¹* ²* ³*
4
*Universidad de Guayaquil
Articulo recibido: 20 de Febrero del 2023
Articulo revisado: 25 de Marzo del 2023
Articulo aprobado: 3 de Mayo del 2023
¹Licenciada en Ciencias de la Educación Parvularia graduada de la Universidad Laica Vicente Rocafuerte de Guayaquil, (Ecuador).
Posee una maestría en Gerencia Educativa otorgada por la Universidad Central del Ecuador, (Ecuador).
²Licenciado en Cultura Física egresado de la Universidad de Guayaquil (Ecuador). Posee una maestría otorgada por la Universidad de
Guayaquil (Ecuador) mención en Cultura Física.
³Economista graduado de la Universidad de Guayaquil (Ecuador). Posee una maestría en Economía Mención en Desarrollo Económico
y Políticas Públicas otorgado por la Universidad Tecnológica ECOTEC, (Ecuador).
4
Ingeniero en Telecomunicaciones con mención en Gestión Empresarial en Telecomunicaciones Graduado de la Universidad Católica
de Santiago de Guayaquil (Ecuador). Posee una maestría en Gerencia y Liderazgo Educacional otorgada por la Universidad Técnica
Particular de Loja, (Ecuador).
Resumen
El propósito de este estudio fue evaluar los
niveles de actividad física durante las clases
de educación física en el bachillerato general
unificado. Los datos se consideraron en
relación con los niveles recomendados de
actividad física para determinar si la
educación física puede ser efectiva o no para
ayudar a los jóvenes a alcanzar metas
relacionadas con la salud. Sesenta y dos
estudiantes del sexo masculino y 60
estudiantes femeninas (de 14 a 16 años)
usaron telémetros de frecuencia cardíaca
durante las clases de educación física. Se
registraron los porcentajes del tiempo de clase
dedicado a actividades físicas de intensidad
moderada y vigorosa para cada estudiante. Los
estudiantes participaron en las actividades
físicas regulares de intensidad moderada a
vigorosa durante 34,3 ± 21,8 y 8,3 ± 11,1 %
del tiempo de clase, respectivamente. Esto
equivalía a 17,5 ± 12,9 y 3,9 ± 5,3 minutos.
Los varones participaron en las actividades
físicas regulares de intensidad moderada a
vigorosa durante 39,4 ± 19,1 % del tiempo de
clase en comparación con las chicas (29,1 ±
23,4 %; P < 0,01). Los estudiantes de alta
capacidad eran más activos que los estudiantes
de capacidad media y baja. Los estudiantes
participaron en la mayoría de las actividades
físicas regulares de intensidad moderada a
vigorosa durante los juegos de equipo (43,2 ±
19,5 %; P < 0,01), mientras que la menor
actividad física regulare de intensidad
moderada a vigorosa se observó durante las
actividades de movimiento (22,2 ± 20,0 %).
La educación física puede hacer una
contribución más significativa a la
participación regular de actividad física de los
jóvenes si las clases se planifican y se
imparten teniendo en cuenta los objetivos de
las actividades físicas regulares de intensidad
moderada a vigorosa.
Palabras Clave: Educación física, Niveles
de actividades físicas, Bachillerato.
Abstrac
The purpose of this study was to evaluate the
levels of physical activity during physical
education classes in the unified general high
school. Data were considered in relation to
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recommended levels of physical activity to
determine whether or not physical education
may be effective in helping youth achieve
health-related goals. Sixty-two male students
and 60 female students (14-16 years old) wore
heart rate rangefinders during physical
education lessons. Percentages of class time
spent in moderate-intensity and vigorous-
intensity physical activities were recorded for
each student. Students participated in regular
physical activities of moderate to vigorous
intensity for 34.3 ± 21.8 and 8.3 ± 11.1% of
class time, respectively. This was equivalent
to 17.5 ± 12.9 and 3.9 ± 5.3 minutes. Boys
participated in regular moderate to vigorous
intensity physical activities for 39.4 ± 19.1%
of class time compared to girls (29.1 ± 23.4%;
P < 0.01). High ability students were more
active than medium and low ability students.
The students participated in the most regular
physical activities of moderate to vigorous
intensity during team games (43.2 ± 19.5%; P
< 0.01), while the least regular physical
activity of moderate to vigorous intensity it
was observed during movement activities
(22.2 ± 20.0%). Physical education can make
a more significant contribution to youth's
regular physical activity participation if
lessons are planned and delivered with the
goals of moderate to vigorous intensity regular
physical activity in mind.
Keywords: Physical education, Physical
activity levels, High School.
Sumário
O objetivo deste estudo foi avaliar os níveis de
atividade física durante as aulas de educação
física na escola geral unificada de ensino
médio. Os dados foram considerados em
relação aos níveis recomendados de atividade
física para determinar se a educação física
pode ou não ser eficaz para ajudar os jovens a
atingir metas relacionadas à saúde. Sessenta e
dois alunos do sexo masculino e 60 do sexo
feminino (14-16 anos) usaram medidores de
frequência cardíaca durante as aulas de
educação física. Porcentagens de tempo de
aula gasto em atividades físicas de intensidade
moderada e intensidade vigorosa foram
registradas para cada aluno. Os alunos
participaram de atividades físicas regulares de
intensidade moderada a vigorosa por 34,3 ±
21,8 e 8,3 ± 11,1% do tempo de aula,
respectivamente. Isso foi equivalente a 17,5 ±
12,9 e 3,9 ± 5,3 minutos. Os meninos
participaram de atividades físicas regulares de
intensidade moderada a vigorosa por 39,4 ±
19,1% do tempo de aula em comparação com
as meninas (29,1 ± 23,4%; P < 0,01). Os
alunos de alta habilidade foram mais ativos do
que os alunos de média e baixa habilidade. Os
alunos participaram das atividades físicas mais
regulares de intensidade moderada a vigorosa
durante os jogos da equipe (43,2 ± 19,5%; P <
0,01), enquanto a atividade física menos
regular de intensidade moderada a vigorosa foi
observada durante atividades de movimento
(22,2 ± 20,0%). A educação física pode dar
uma contribuição mais significativa para a
participação em atividades físicas regulares
dos jovens se as aulas forem planejadas e
ministradas com os objetivos de atividade
física regular de intensidade moderada a
vigorosa em mente.
Palavras-chave: Educação física, Níveis de
atividade física, Ensino médio.
Introducción
La práctica regular de actividad física durante
la infancia brinda beneficios inmediatos para la
salud, al afectar positivamente la composición
corporal y el desarrollo musculoesquelético, y
al reducir la presencia de factores de riesgo de
enfermedad coronaria. En reconocimiento de
estos beneficios para la salud, Mancheno, B.
(2023) menciona las pautas de actividad física
para estudiantes y jóvenes creadas por el
Ministerio de Educación del Ecuador. La
recomendación principal aboga por la
acumulación de 1 hora de actividad física por
día de intensidad al menos moderada (es decir,
el equivalente a una caminata rápida), a través
de formas de actividad estructurada, recreativa
y de estilo de vida. Una recomendación
secundaria es que los estudiantes participen en
actividades que ayuden a desarrollar y
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mantener la salud musculoesquelética, al
menos dos veces por semana. Este objetivo
puede abordarse a través de actividades con
pesas que se centren en desarrollar la fuerza
muscular, la resistencia y la flexibilidad, y la
salud de los huesos.
La educación física escolar proporciona un
contexto para la participación regular y
estructurada en la actividad física. Con este fin,
una justificación común para el lugar de la
educación física en el currículo escolar es que
contribuye a la salud y el estado físico de los
estudiantes. Es discutible hasta qué punto este
razonamiento es exacto y rara vez se ha
probado. Sin embargo, parecería haber algo de
verdad en la suposición porque la educación
física se destaca comúnmente como un
contribuyente significativo para ayudar a los
jóvenes a lograr su volumen diario de actividad
física. El importante papel que tiene la
educación física en la promoción de la
actividad física que mejora la salud se
ejemplifica en los objetivos del Plan del Buen
Vivir. Estos incluyen tres objetivos asociados
con la educación física, dos de los cuales se
relacionan con aumentar la cantidad de
escuelas que brindan y los estudiantes que
participan en clases diarias de educación física.
El tercer objetivo es mejorar el número de
estudiantes que realizan actividad física
beneficiosa durante al menos el 50% del
tiempo de clase. Sin embargo, la evidencia de
la investigación sugiere que este criterio es
algo ambicioso y, como consecuencia, rara vez
se logra durante las clases regulares de
educación física (Sánchez, 2023).
Las posibles dificultades para alcanzar tal
objetivo están asociadas a los diversos
objetivos de la educación física Estos objetivos
son comúnmente aceptados por los educadores
físicos de todo el mundo, aunque su
interpretación, énfasis y evaluación pueden
diferir entre países. De acuerdo con Acosta, V.
(2023), los objetivos generales de la educación
física deben ser (1) que los estudiantes
participen en cantidades apropiadas de
actividad física durante las clases y (2) se
eduquen con el conocimiento y las habilidades
para estar físicamente activos fuera de la
escuela y durante toda la vida. El énfasis del
aprendizaje durante las clases de educación
física podría centrarse legítimamente en el
desarrollo motor, cognitivo, social, espiritual,
cultural o moral. Estos aspectos pueden ayudar
a cultivar las habilidades personales y de
comportamiento de los estudiantes para
permitirles convertirse en participantes de
actividad física de por vida. Sin embargo, para
lograr esto, estos aspectos deben entregarse
dentro de un plan de estudios que proporcione
una amplia gama de experiencias de actividad
física para que los estudiantes puedan tomar
decisiones informadas sobre cuáles disfrutan y
en cuáles se sienten competentes. Sin embargo,
la evidencia sugiere que los deportes de equipo
dominan los currículos de educación física en
el Ecuador, pero tienen una relación limitada
con las actividades en las que participan los
jóvenes, fuera de la escuela y después de la
educación obligatoria. Para promover la
actividad física durante toda la vida, se debe
ofrecer una base más amplia de actividades de
educación física para reforzar el hecho de que
no es necesario que los jóvenes sean
deportistas talentosos para estar activos y
saludables (Pérez, 2023).
Si bien el desarrollo motor, cognitivo, social,
espiritual, cultural y moral son áreas válidas de
aprendizaje, pueden ser incompatibles con la
maximización de la participación en la
actividad física para mejorar la salud. No
existe una guía dentro del Currículo Nacional
para informar a los maestros cómo pueden
trabajar mejor para lograr este objetivo.
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Además, es posible que la falta de políticas,
desarrollo curricular o experiencia docente en
esta área contribuya a la considerable variación
en los niveles de actividad física durante las
clases de educación física. Sin embargo, la
evidencia de investigaciones objetivas sugiere
que esto se debe principalmente a las
diferencias en las variables pedagógicas.
Además, la participación en actividades de
educación física puede verse influenciada por
factores interindividuales. Por ejemplo, se ha
informado que la actividad es menor entre los
estudiantes con mayor masa y grasa
corporales, y mayor a medida que los
estudiantes crecen. Además, los estudiantes
altamente calificados son generalmente más
activos que sus compañeros menos calificados
y los estudiantes tienden a participar más en
actividades de educación física que las chicas.
Es probable que tales factores interindividuales
tengan implicaciones significativas para la
práctica pedagógica y, por lo tanto, justifiquen
una mayor investigación.
El propósito de este estudio fue evaluar los
niveles de actividad física de los estudiantes
durante las clases de educación física en la
enseñanza del bachillerato general unificado.
Los datos se consideraron en relación con los
niveles recomendados de actividad física para
determinar si la educación física puede ser
efectiva o no para ayudar a los estudiantes a
estar en forma y saludables. Se prestó atención
específica a las diferencias entre sexos y
grupos de habilidades, así como durante las
diferentes actividades de educación física.
Método
Sujetos y escenarios
Ciento veintidós estudiantes (62 varones y 60
mujeres) de cinco unidades educativas de la
ciudad de Guayaquil, participaron en este
estudio. Se utilizó un muestreo por etapas en
cada unidad educativa para seleccionar
aleatoriamente una clase de educación física
para varones y para mujeres, en cada uno de
los años 7 (1415 años), 8 (1516 años) y 9
(1617 años). Tres estudiantes por clase fueron
seleccionados al azar para participar. Estos
estudiantes fueron categorizados como
capacidad alta, promedio y baja, según la
evaluación de sus profesores de educación
física sobre su competencia en actividades
específicas de educación física. El
consentimiento informado por escrito se
completó antes de que comenzara el estudio.
Las unidades educativas impartían los
programas de estudio reglamentarios
detallados por el Ministerio de Educación del
Ecuador, que se organiza en seis bloques
curriculares (es decir, Prácticas lúdicas: los
juegos y el jugar, Prácticas gimnásticas,
Practicas corporales expresivas
comunicativas, Prácticas deportivas,
Construcción de la identidad corporal y
Relación entre prácticas corporales y salud). El
enfoque del aprendizaje es a través de cuatro
aspectos distintos de conocimiento, habilidades
y comprensión, que se relacionan con;
adquisición de habilidades, aplicación de
habilidades, evaluación del desempeño y
conocimiento y comprensión de la condición
física y la salud. Los estudiantes asistieron a
dos clases semanales de educación física en
grupos de habilidades mixtas y de un solo
sexo. Las mujeres y los varones fueron
instruidos por educadores físicos especialistas,
respectivamente, de sexo masculino y
femenino.
Instrumentos y procedimientos
El estudio involucró la monitorización de la
frecuencia cardíaca durante las clases de
cultura física mediante radiotelemetría de corto
alcance (Vantage XL; Polar Electro, Kempele,
Finlandia). Dichos sistemas miden la carga
fisiológica en los sistemas cardiorrespiratorios
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de los participantes y permiten el análisis de la
frecuencia, duración e intensidad de la
actividad física. Se ha demostrado que la
telemetría de la frecuencia cardiaca es una
medida válida y fiable de la actividad física de
los jóvenes y se ha utilizado ampliamente en
entornos de educación física.
A los estudiantes se les colocaron los
telémetros de recursos humanos mientras se
cambiaban a sus uniformes de educación
física. La frecuencia cardiaca se registró una
vez cada 5 s durante la duración de las clases.
Los telémetros se configuraron para registrar
cuando los maestros comenzaron oficialmente
las clases y se detuvieron al final de las clases.
El tiempo total de actividad de la lección fue el
equivalente al tiempo total registrado en el
monitoreo de frecuencias cardíacas. Al final de
las clases se retiraron los telémetros y se
descargaron los datos para su análisis. La
frecuencia cardiaca en reposo se obtuvo en
días sin actividad física mientras los
estudiantes permanecían en posición supina
durante un período de 10 minutos. El valor
medio más bajo obtenido durante 1 minuto
representó la frecuencia cardiaca en reposo.
Los estudiantes alcanzaron los valores
máximos de frecuencia cardiaca después de
completar la prueba de cinta rodante de Balke
para evaluar la aptitud cardiorrespiratoria.
Estos datos no se usaron en el presente estudio,
pero se cotejaron para otra investigación que
evaluó el estado físico y de salud de los
estudiantes. Utilizando los valores de
frecuencia cardiaca máxima y de reposo, se
calculó la reserva de la frecuencia cardiaca (es
decir, la diferencia entre la frecuencia cardiaca
máxima y de reposo)
Diseño
Sesenta y seis clases fueron monitoreadas
durante un período de 12 semanas, cubriendo
una variedad de actividades grupales e
individuales. Para permitir comparaciones
estadísticamente significativas entre diferentes
tipos de actividades, los estudiantes fueron
clasificados como participantes en actividades
que compartían características similares. Estos
eran juegos de equipo, juegos individuales,
actividades de movimiento y actividades
individuales. La intención era monitorear un
número igual de estudiantes durante las clases
en cada una de las cuatro categorías de
actividades de educación física designadas. Sin
embargo, las limitaciones de horario y la
ausencia de los alumnos hacían que no fuera
posible una verdadera equidad, por lo que el
número de estudiantes masculinos y femeninos
monitoreados en las diferentes actividades era
desigual.
Tabla 1 Número y tipo de clases de educación física
monitoreadas
Tipos de clases
Cantidad de clases
M
F
Todos los
estudiantes
Juegos de equipo
15
7
22
Actividades de
movimiento
3
13
16
Actividades
individuales
7
10
17
Juegos individuales
7
4
11
Total
32
34
66
Fuente: Los autores
El género del estudiante, el nivel de habilidad
y el tipo de clases de educación física fueron
las variables independientes, con el porcentaje
de tiempo de clase dedicado a actividad física
regular de intensidad moderada a vigorosa
como variables dependientes. Se realizaron
análisis exploratorios para establecer si los
datos cumplían con los supuestos
paramétricos. Las pruebas de Shapiro-Wilk
revelaron que solo la actividad física regular de
intensidad moderada a vigorosa de los
estudiantes se distribuía normalmente. Las
pruebas posteriores de Levene confirmaron la
homogeneidad de la varianza de los datos, con
la excepción de la actividad física de
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intensidad vigorosa entre las actividades de
educación física escolar. Aunque gran parte de
los datos violaron la suposición de normalidad,
se considera que el ANOVA es lo
suficientemente sólido como para producir
resultados válidos en esta situación.
Considerando esto, junto con el hecho de que
los datos tenían una variabilidad homogénea,
se decidió proceder con ANOVA para todos
los análisis, con excepción de las actividades
físicas de intensidad vigorosa entre diferentes
actividades de la educación física escolar.
El ANOVA factoriales de genero por nivel de
habilidad compararon la actividad física de
estudiantes masculinos y femeninos que
diferían en la competencia de educación física.
Se utilizó un análisis de ANOVA de una vía
para identificar las diferencias en la actividad
física regular de intensidad moderada a
vigorosa durante las actividades de educación
física. Los análisis post-hoc se realizaron
utilizando el procedimiento de corrección GT2
de Hochberg, que se recomienda cuando los
tamaños de muestra son desiguales. Para
controlar el error de tipo 1, se aplicó a estas
pruebas el procedimiento de corrección de
Bonferroni, que dio como resultado un nivel
aceptable de α de 0,008. Aunque estos datos se
clasificaron para los efectos del análisis
estadístico, se presentaron como medias ± SD
para permitir la comparación con los otros
resultados.
.
Tabla 2 Actividad física regular de intensidad moderada a vigorosa y la actividad física de intensidad vigorosa de estudiantes
masculinos y femeninos con capacidades diferentes.
Genero
N
Actividad física regular de
intensidad moderada a
vigorosa (% lección)
Actividad física de
intensidad vigorosa
(% lección)
Masculino
22
49.9 ± 19.8
13.2 ± 13.5
21
35.7 ± 17.7
7.4 ± 9.3
19
39.3 ± 20.0
10.1 ± 10.5
62
39,4 ± 19,1
a
10,3 ± 11,4
b
Femenino
22
33.7 ± 22.9
8.8 ± 12.4
18
25.5 ± 23.2
3.3 ± 7.5
20
27.3 ± 24.5
5.9 ± 10.0
60
29.1 ± 23.4
6.2 ± 10.4
Masculino y
femenino
44
38.3 ± 21.7
11.1 ± 13.0
39
31.0 ± 20.8
5.5 ± 8.7
39
33.1 ± 22.9
8.0 ± 10.3
122
34.3 ± 21.8
8.3 ± 11.1
Fuente: Los autores
a Masculino > femenino, P < 0,01.
b Masculino > femenino, P < 0,05.
Resultados
La duración media de las clases de educación
física fue de 50,6 ± 20,8 minutos, aunque las
clases de las chicas (52,6 ± 25,4 min)
generalmente duraron más que las de los
estudiantes masculinos (48,7 ± 15,1 min).
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Cuando todas las actividades de educación
física se consideraron juntas, los estudiantes
participaron en la actividad física regular de
intensidad moderada a vigorosa y la actividad
física de intensidad vigorosa durante 34,3 ±
21,8 y 8,3 ± 11,1 % del tiempo de clases de
educación física, respectivamente. Esto
equivalía a 17,5 ± 12,9 (actividad física regular
de intensidad moderada a vigorosa) y 3,9 ± 5,3
(actividad física de intensidad vigorosa) min.
Los estudiantes de alta capacidad fueron más
activos que los estudiantes de capacidad media
y baja, que participaron en cantidades similares
de actividad. Estas tendencias fueron evidentes
en estudiantes masculinos y femeninos.
Los estudiantes participaron en las actividades
físicas regulares de intensidad moderada a
vigorosa durante el 39,4 % ± 19,1 % del
tiempo de clase en comparación con el valor
de las estudiantes de género femenino de 29,1
± 23,4 [ F (1, 122) = 7,2, P < 0,01]. Cuando se
expresaron como unidades absolutas de
tiempo, estos datos fueron equivalentes a 18,9
± 10,5 (masculino) y 16,1 ± 14,9 (femeninos)
min. Además, se observó una diferencia del
4% en la actividad física de intensidad
vigorosa entre los dos géneros; F (1, 122) =
4,6, P < 0,05]. No hubo interacciones
significativas entre sexo y capacidades para las
actividades físicas regulares de intensidad
moderada a vigorosa o actividad física de
intensidad vigorosa.
Los estudiantes participaron en la mayoría de
las actividades físicas regulares de intensidad
moderada y vigorosa durante los juegos de
equipo [43,2 ± 19,5%; F (3, 121) = 6,0, P <
0,01]. Los juegos y las actividades individuales
proporcionaron un estímulo similar para la
actividad, mientras que la menor actividad
física regular de intensidad moderada y
vigorosa se observó durante las actividades de
movimiento (22,2 ± 20,0%. Una proporción
menor del tiempo de educación física se dedicó
a la actividad física de intensidad vigorosa
durante todas las actividades. Una vez más, los
juegos de equipo (13,6 ± 11,3%) y las
actividades individuales (11,8 ± 14,0%) fueron
los más adecuados para promover esta
actividad de mayor intensidad (χ 2 (3) =30,0, P
< 0,01). Los estudiantes produjeron pequeñas
cantidades de actividad física de intensidad
vigorosa durante las actividades individuales y
de movimiento, aunque esto varió
considerablemente en la última actividad.
Discusión
Este estudio utilizó la telemetría de recursos
humanos para evaluar los niveles de actividad
física durante una variedad de clases de
educación física en el bachillerato general
unificado. Los datos se consideraron en
relación con los niveles recomendados de
actividad física para investigar si las clases de
educación física puede ser efectiva o no para
ayudar a los estudiantes a estar en forma y
saludables. Además, los datos estaban sujetos a
una variación considerable, que se
ejemplificaba por valores de desviación
estándar altos. Tal variación en los niveles de
actividad refleja la influencia de factores
contextuales y pedagógicos específicos de la
clase de cultura física. Los niveles superiores
de actividad física de los estudiantes de alta
capacidad coincidieron con hallazgos previos.
Sin embargo, los estudiantes de baja capacidad
se involucraron más en actividades físicas
regulares de intensidad moderada a vigorosa y
actividades físicas de intensidad vigorosa que
el grupo de capacidad promedio. Si bien es
posible que los docentes hayan evaluado
incorrectamente la competencia de los
estudiantes de baja y promedio capacidad,
podría haber sido que el grupo de baja
capacidad mostmás esfuerzo, ya sea porque
estaban siendo monitoreados o porque
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asociaron el esfuerzo con la capacidad
percibida. Sin embargo, estas sugerencias son
especulativas y no están respaldadas por los
datos. Las diferencias en los niveles de
actividad entre los grupos de habilidades
prestan cierto apoyo a la crítica de que los
profesores de educación física que a veces
planifican la clase sin tener en cuenta las
diferencias individuales de los estudiantes. Si
este fuera el caso, entonces las actividades no
diferenciadas podrían haber estado más allá de
la capacidad de los estudiantes menos hábiles.
Esto destaca la importancia de la competencia
motriz como factor habilitador para la
participación en actividades físicas. Si un
estudiante no puede realizar las habilidades
motoras necesarias para participar de manera
competente en una tarea o actividad
determinada, entonces sus oportunidades de
participación significativa se ven
comprometidas. Con el tiempo, esto tiene
graves consecuencias para la probabilidad de
que un joven sea capaz o esté lo
suficientemente motivado para participar en
una actividad física que depende de un grado
de competencia motora fundamental.
Los estudiantes masculinos dedicaron una
mayor proporción del tiempo de clase a las
actividades físicas regulares de intensidad
moderada y vigorosa y actividad física de
intensidad vigorosa que las estudiantes
femeninas. Los niveles de actividad de los
estudiantes masculinos equivalen a 18,9 min
de actividades físicas regulares de intensidad
moderada y vigorosa, en comparación con los
16,1 min de los estudiantes femeninos. Es
posible que las características y objetivos de
algunas de las actividades de educación física
en las que participaban las estudiantes no las
predispusieran a realizar movimientos de todo
el cuerpo tanto como los chicos. En concreto,
las chicas participaron en 10 clases de
movimiento más y ocho clases menos de
juegos en equipo que los chicos. La naturaleza
de estas dos actividades es diversa, siendo el
énfasis el movimiento de todo el cuerpo a
diferentes velocidades durante los juegos de
equipo, en comparación con la conciencia
estética y el control durante las actividades de
movimiento. Las clases monitoreadas
reflejaron los currículos de educación física
típicos de chicos y chicas, y el hecho de que
las chicas hagan más danza y gimnasia que los
estudiantes inevitablemente restringe su
participación en las actividades físicas
regulares de intensidad moderada y vigorosa.
Aunque los factores contextuales no
registrados pueden haber contribuido a esta
diferencia, también es posible que las chicas
estuvieran menos motivadas que los chicos
para esforzarse físicamente. Este punto de vista
está respaldado por las correlaciones negativas
reportadas entre el disfrute de la educación
física de las chicas y las actividades físicas
regulares de intensidad moderada y vigorosa.
Además, existe evidencia que sugiere que, a
algunos alumnos, y en particular a las chicas,
puede disgustarles esforzarse demasiado
durante las clases de educación física. Aunque
la actividad física es lo que hace que la
educación física sea única de otras materias
escolares, es posible que algunas chicas no la
vean como una parte tan integral de su
experiencia de educación física. Es importante
que esta percepción se reconozca claramente si
se quiere que las clases se consideren
agradables y pertinentes, al mismo tiempo que
contribuyen significativamente a los niveles de
actividad física. Las chicas tienden a ser
habitualmente menos activas que los
estudiantes y sus niveles de participación en
actividades comienzan a declinar a una edad
más temprana. Por lo tanto, no se puede
subestimar la importancia de la educación
física para las chicas como un medio para que
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experimenten actividad física regular que
mejore la salud.
Los juegos de equipo promovieron los niveles
más altos de actividades físicas regulares de
intensidad moderada y vigorosa; y actividad
física de intensidad vigorosa. Debido a que
estas actividades requieren el uso de una
proporción significativa de masa muscular, el
corazón debe mantener la demanda de oxígeno
latiendo más rápido y aumentando el volumen
sistólico. Además, dado que los juegos de
equipo representan la mayor parte del tiempo
del currículo de educación física, los maestros
pueden tener más experiencia y habilidad para
impartir clases de calidad con un mínimo de
tiempo de instrucción y espera inmóvil. De
manera similar, se observaron altos niveles de
actividad durante las actividades individuales.
Con la excepción de los temas de lanzamiento
y salto durante las clases de atletismo, las otras
actividades individuales involucraron el
movimiento simultáneo de brazos y piernas
durante duraciones variables. Las actividades
físicas regulares de intensidad moderada a
vigorosa y la actividad física de intensidad
vigorosa fueron más bajos durante las
actividades de movimiento. Además, los
juegos individuales brindaban menos
oportunidades para la actividad que los juegos
de equipo. Las características de las
actividades de movimiento y los juegos
individuales enfatizan respectivamente la
apreciación estética y el desarrollo de
habilidades motoras. Esto puede significar que
las oportunidades para promover la salud
cardiorrespiratoria pueden ser menores que en
otras actividades. Sin embargo, la danza y la
gimnasia pueden desarrollar la flexibilidad, la
fuerza y la resistencia muscular. Por lo tanto,
estas actividades pueden ser valiosas para
ayudar a los jóvenes a cumplir con la
recomendación de actividad física secundaria
de las reformas curriculares de la asignatura de
Cultura Física del Ministerio de Educación del
Ecuador, que se relaciona con la salud
musculoesquelética.
La pregunta de si la Cultura Física únicamente
puede contribuir a la aptitud cardiorrespiratoria
de los jóvenes quedó claramente respondida.
Los estudiantes participaron en pequeñas
cantidades de la actividad física de intensidad
vigorosa (4,5 y 3,3 min por lección para chicos
y chicas, respectivamente). En combinación
con la frecuencia limitada de la educación
física curricular, estas duraciones fueron
insuficientes para que se produjeran mejoras
en la aptitud cardiorrespiratoria. Los maestros
que tienen como objetivo aumentar la aptitud
cardiorrespiratoria de los estudiantes pueden
impartir clases enfocadas exclusivamente en el
ejercicio de alta intensidad, lo que puede
aumentar efectivamente las clases de Cultura
Física, pero a veces puede ser mundano y tener
un valor educativo cuestionable. Tales clases
pueden socavar otros esfuerzos para promover
la participación en actividades físicas si no se
imparten dentro de un contexto agradable,
educativo y de desarrollo. Está claro que la
actividad de alta intensidad no es apropiada
para todos los alumnos, por lo que se les debe
brindar oportunidades para que puedan trabajar
en niveles apropiados para su desarrollo.
Los estudiantes participaron en las actividades
físicas regulares de intensidad moderada y
vigorosa durante alrededor de 18 minutos
durante las clases de educación física
supervisadas. Cuando la actividad de
educación física se combina con otras formas
de actividad física, se apoya la premisa de que
las clases de educación física pueden
beneficiar directamente el estado de salud de
los jóvenes. Además, para los estudiantes
menos activos que inicialmente deberían tratar
de lograr 30 minutos de actividad por día, la
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(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
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educación física puede proporcionar la mayor
parte de este volumen. Sin embargo, una
limitación importante de la utilidad de la
educación física como vehículo para la
participación en actividades físicas es el
tiempo limitado que se le asigna. La aspiración
del gobierno ecuatoriano es que todos los
estudiantes reciban 2 horas de educación física
por semana, a través de actividades
curriculares y extracurriculares. Mientras que
algunas unidades educativas brindan este
volumen de educación física semanal, otras no
pueden lograrlo. Loaisa, (2023) recomienda
que los jóvenes se esfuercen por lograr 1 hora
de actividad física cada día a través de muchas
formas, una de las cuales destaca es la
educación física. La aparente disparidad entre
los niveles de actividad física recomendados y
el tiempo limitado de educación física del plan
de estudios sirve para resaltar el papel
complementario que la educación, junto con
otros ministerios y organizaciones, deben
desempeñar para brindar a los jóvenes
oportunidades de actividad física. Sin
embargo, aumentar la cantidad de tiempo del
plan de estudios de Cultura Física en las
Unidades Educativas sería un paso positivo
para permitir que la asignatura alcance sus
objetivos relacionados con la salud. Además,
se ha demostrado que el aumento de la
educación física a expensas del tiempo en
materias más académicas no afecta
negativamente el rendimiento académico.
Los educadores de Cultura Física son personal
clave para ayudar a los jóvenes a lograr sus
objetivos de actividad física. Además de su
función docente, están bien preparados para
fomentar la actividad física fuera de la unidad
educativa, ayudar a los estudiantes a
convertirse en participantes independientes e
informarles sobre iniciativas en la comunidad.
Además, pueden tener un impacto directo al
promover mayores oportunidades para la
actividad física dentro del contexto escolar.
Estos podrían incluir actividades antes de la
escuela, durante el recreo, así como actividades
extracurriculares más organizadas a la hora del
almuerzo y después del horario de la Unidad
Educativa. Usar el tiempo de esta manera
complementaría el papel de la educación física
al brindar oportunidades de actividad física de
una manera menos estructurada y
pedagógicamente restringida.
Conclusión
Esta investigación midió los niveles de
actividad de los estudiantes durante clases de
educación física típicas no intensificadas. En
este sentido, proporcionó una imagen
representativa de la frecuencia, intensidad y
duración de la actividad física de los
estudiantes durante las clases de Cultura
Física. Sin embargo, se deben considerar
algunos factores al interpretar los resultados.
En primer lugar, los datos eran transversales y
se recopilaron en un período de tiempo
relativamente corto. El seguimiento de los
niveles de actividad de los estudiantes en una
serie de actividades de educación física puede
haber permitido una descripción más precisa
de cómo varía la actividad física en diferentes
aspectos del plan de estudios. En segundo
lugar, el seguimiento de una muestra más
grande de estudiantes durante más clases
puede haber permitido clasificar las
actividades de educación física en grupos más
homogéneos. En tercer lugar, el seguimiento
de las clases en las escuelas de un área
geográfica más amplia puede haber permitido
una mayor generalización de los resultados. En
cuarto lugar, es posible que las clases de
educación física se impartieran de manera
diferente y que los estudiantes actuaran de
manera diferente como resultado del
seguimiento y la presencia de los
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investigadores durante las clases. Como esto es
imposible de determinar, se desconoce cómo
esto podría haber afectado los resultados. En
quinto lugar, la telemetría no proporciona
ninguna información contextual sobre las
clases supervisadas. Además, los estudiantes
están sujetos a factores emocionales y
ambientales cuando no se realizan actividades
físicas. El trabajo futuro debe combinar la
medición objetiva de la actividad física con
métodos cualitativos o cuantitativos de
observación.
Durante la educación física, los estudiantes
participaron en actividades para mejorar la
salud durante alrededor de un tercio del
objetivo recomendado de 1 hora. La actividad
física dentro de las clases de Cultura Física
obviamente tiene potencial para ayudar a
alcanzar este objetivo. Sin embargo, sobre la
base de estos datos, combinados con la
frecuencia semanal de las clases de educación
física, está claro que la clase de cultura física
no puede hacer mucho para complementar
totalmente el volumen diario de actividad
física de los jóvenes. Los estudiantes necesitan
que se les enseñen las habilidades, el
conocimiento y la comprensión apropiados si
quieren optimizar sus oportunidades de
actividad física en educación física. Para que
se produzcan mejores niveles de actividad
física regular de intensidad moderada a
vigorosa, la actividad de mejora de la salud
debe reconocerse como un elemento
importante dentro de las clases. La educación
física puede hacer una contribución más
significativa a la participación regular de
actividad física de los jóvenes si las clases se
planifican y se imparten teniendo en cuenta los
objetivos de la actividad física regular de
intensidad moderada a vigorosa.
Referencias Bibliográficas
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profesionales de la Cultura Física desde la
extensión universitaria. PODIUM-Revista
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Yamil Triviño Bloisse, Carlos Hugo Angulo
Porozo, Kevin William Guadalupe Sánchez y
Darío AlfonsoTapia Coloma.