Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 6 No. 4
Abril del 2025
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IMPACTO DE LA FORMACIÓN DOCENTE EN EL PROCESO ENSEÑANZA
APRENDIZAJE EN EDUCACIÓN INICIAL
IMPACT OF TEACHER TRAINING ON THE TEACHING-LEARNING PROCESS IN
INITIAL EDUCATION
Autores: ¹Grace Alexandra Contreras Cruz, ²Kely Xiomara Benítez Contreras y ³Kevin Eduardo
Benítez Contreras.
¹ORCID ID: https://orcid.org/0000-0002-3060-1662
²ORCID ID: https://orcid.org/0000-0002-7062-376X
¹E-mail de contacto: gcontrerasc2@unemi.edu.ec
²E-mail de contacto: kxbc_@hotmail.com
³E-mail de contacto: ing.kevinbenitez@hotmail.com
Afiliación: ¹*Universidad Estatal de Milagro, (Ecuador). ²*³*Investigador independiente, (Ecuador).
Articulo recibido: 26 de Marzo del 2025
Articulo revisado: 26 de Marzo del 2025
Articulo aprobado: 16 de Abril del 2025
¹Doctora en Educación, graduada de la Universidad César Vallejo, (Perú) con 25 años de experiencia laboral, Magister en Docencia y
Currículo graduada de la Universidad Técnica de Babahoyo, (Ecuador). Ingeniera Comercial graduada en la Universidad Técnica de
Babahoyo, (Ecuador).
²Maestria en Administración de Negocios graduada de la Universidad César Vallejo, (Perú). Ingeniera Comercial, graduada de la
Universidad Técnica de Babahoyo, (Ecuador).
³Ingeniero Comercial graduado de la Universidad Técnica de Babahoyo, (Ecuador).
Resumen
Este estudio examina la formación docente en
educación inicial en Ecuador, centrando su
importancia, retos y perspectiva en el proceso
enseñanza aprendizaje de los niños y niñas de
manera integral como base de la educación. Se
enfoca en una revisión exhaustiva de
bibliografía basándose en la formación docente
al permitir prácticas pedagógicas de acuerdo a
las necesidades de los niños y niñas en el nivel
Inicial, para garantizar una educación de
calidad. Y alcanzar un impacto favorable en los
resultados académicos y socioemocionales de
los estudiantes, subrayando la importancia y
necesidad de involucrar a los padres de familia.
Cuyo objetivo es analizar el impacto de la
formación docente en el proceso enseñanza
aprendizaje en Educación Inicial. Se considera
un aspecto clave en la educación de los niños la
utilización de recursos didácticos, materiales,
ambientales. Los mismos que pueden incidir de
manera positiva en la dimensión cognitiva. De
esta manera es esencial despertar en el niño la
creatividad y motivación para desarrollar sus
habilidades intelectuales y destrezas. El
docente tiene que guiar, incentivar al niño para
que pueda realizar sus actividades por sí solo y
no presionarlo, sino que el mismo se
desenvuelva con libertad y autonomía. Según
los resultados el 42.1% de los docentes han
asistido a cursos de capacitación, referente al
tema, se concluye que la educación es un
elemento crucial para el desarrollo de las
sociedades, y los docentes desempeñan un
papel fundamental en este proceso de allí la
importancia de su continua actualización y
formación.
Palabras clave: Formación docente,
Innovación, Enseñanza aprendizaje,
Educación Inicial.
Abstract
This study examines teacher training in early
education in Ecuador, focusing on its
importance, challenges and perspective on the
teaching-learning process of boys and girls in a
comprehensive manner as the basis of
education. It focuses on an exhaustive review
of literature based on teacher training by
allowing pedagogical practices according to
the needs of children at the Initial level, to
guarantee quality education. And achieve a
favorable impact on the academic and socio-
emotional results of students, highlighting the
importance and need to involve parents. The
objective of which is to analyze the impact of
teacher training on the teaching-learning
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process in Initial Education. The use of
didactic, material and environmental resources
is considered a key aspect in the education of
children. The same ones that can have a
positive impact on the cognitive dimension. In
this way, it is essential to awaken creativity and
motivation in the child to develop their
intellectual abilities and skills. The teacher has
to guide and encourage the child so that he can
carry out his activities on his own and not
pressure him, but rather that he can develop
freely and autonomously. According to the
results, 42.1% of teachers have attended
training courses on the subject, it is concluded
that education is a crucial element for the
development of societies, and teachers play a
fundamental role in this process, hence the
importance of their continuous updating and
training.
Keywords: Teacher training, Innovation,
Teaching-learning, Initial education.
Sumário
Este estudo examina a formação de professores
na educação infantil no Equador, com foco em
sua importância, desafios e perspectiva sobre o
processo integral de ensino-aprendizagem das
crianças como base da educação. Ele se
concentra em uma revisão bibliográfica
abrangente com base na formação de
professores, possibilitando práticas
pedagógicas adaptadas às necessidades das
crianças na educação infantil para garantir uma
educação de qualidade. E alcançar um impacto
favorável nos resultados acadêmicos e
socioemocionais dos alunos, destacando a
importância e a necessidade de envolver os
pais. O objetivo é analisar o impacto da
formação de professores no processo ensino-
aprendizagem na Educação Infantil. O uso de
recursos educacionais, materiais e ambientais é
considerado um aspecto fundamental na
educação das crianças. Os mesmos que podem
ter um impacto positivo na dimensão cognitiva.
Dessa forma, é fundamental despertar a
criatividade e a motivação da criança para
desenvolver suas capacidades e habilidades
intelectuais. O professor deve orientar e
incentivar a criança a realizar suas atividades
de forma independente, não pressioná-la, mas
sim permitir que ela se desenvolva livre e
autonomamente. De acordo com os resultados,
42,1% dos professores participaram de
cursos de formação sobre o tema. Conclui-se
que a educação é um elemento crucial para o
desenvolvimento das sociedades, e os
professores desempenham um papel
fundamental neste processo, daí a importância
da sua atualização e formação contínua.
Palavras-chave: Formação de professores,
Inovação, Ensino e aprendizagem, Educação
Infantil.
Introducción
La perspectiva de este artículo abarca uno de los
procesos humanos esenciales del desarrollo
histórico social, la formación permanente del
docente como sujeto activo del proceso
enseñanza aprendizaje con significatividad
desde un enfoque integral y desarrollador en la
educación inicial. Se asume algunos de los
aportes esenciales de este enfoque por su visión
transformadora, que posibilita reflexionar sobre
el docente como sujeto activo y transformador
en el proceso de aprendizaje, es decir como
aprendiz. (Nieva & Martínez, 2016).
La formación docente desempeña un papel
crucial en el proceso enseñanza aprendizaje de
calidad, ya que los docentes son agentes clave
en la configuración de experiencias educativas
significativas. En todos los niveles se espera
que los docentes promuevan la calidad y
equidad en el sistema escolar y que se
comprenda el proceso educativo de acuerdo a
las tendencias de cambio de la enseñanza y
aprendizaje propias del Siglo XXI (Montesinos
& Uribe, 2016). En el currículo ecuatoriano se
reconoce al niño como un ser integral
compuesto por las áreas cognitiva, social,
psicomotriz, física y afectiva, las cuales deben
ser ejercitadas con el fin de aprovechar todas las
posibilidades de aprendizaje que en esta etapa
de evolución poseen. Con lo enunciado se pone
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de manifiesto el perfil de educando que se busca
dentro de los centros escolares bajo esta
jurisdicción; aunque cabe anotar que la
educación inicial al no ser obligatorio en
territorio ecuatoriano, dicho perfil no constituye
un prerrequisito para su ingreso a la educación
general básica, aspecto que conlleva que
muchas familias no otorguen el valor formativo
tan importante que posee este nivel educativo,
generando de esta forma un desfase en el
desarrollo entre los niños. (Nasqui & Pacurucu,
2022).
La educación inicial desempeña un papel
fundamental en el desarrollo integral de la
sociedad, sentando las bases para el progreso
individual y colectivo. En este contexto, la
formación docente emerge como un pilar básico
para garantizar la calidad y eficacia del sistema
educativo. La formación docente no solo
implica la adquisición de conocimientos
pedagógicos, sino también el desarrollo de
habilidades interpersonales, emocionales y de
liderazgo necesarias para cultivar un ambiente
de aprendizaje enriquecedor. En Ecuador,
como en muchos otros países, los docentes
enfrentan una serie de desafíos que van desde la
escasez de recursos hasta la diversidad cultural
y lingüística de los estudiantes.
En los últimos años, ha habido un creciente
interés en mejorar la calidad educativa en la
educación inicial debido a su impacto a largo
plazo en el desarrollo infantil. Sin embargo, de
los esfuerzos realizados, persisten desafíos
significativos en la implementación de
estrategias efectivas para la formación continua
de educadores (Mena et al., 2024). La
formación docente debe ser de forma
permanente y continua, como se conoce, para
que este sea un verdadero agente transformador
de la sociedad. Se requiere de nuevas visiones
de aspectos más generales conceptuales en el
contexto actual, donde los saberes pragmáticos,
instrumentalistas, tecnológicos soslayan el
desarrollo humano del docente en un proceso de
significación personal y social. La educación
sintetiza la política, la cultura, la historia y el
desarrollo de los seres humanos y la sociedad;
la transmite y la transforma, donde el docente es
un actor principal (Martínez & Nieva, 2016).
El proceso de enseñanza-aprendizaje en la
educación inicial en América Latina ha crecido
de manera desigual. Algunos países han
requerido que este nivel educativo sea
impartido por profesionales de la educación
inicial, dado las competencias necesarias en
áreas como la cognición, el lenguaje, la
motricidad y lo socio-afectivo. En Ecuador, la
educación ha experimentado varias
transformaciones en la organización del
currículo y el uso de metodologías activas para
fomentar el desarrollo de valores, habilidades y
destrezas en los niños. Actualmente, se aplica
un enfoque vivencial en el que los niños
aprenden a través de la experiencia directa. La
actitud del docente es clave para el éxito de este
enfoque, ya que se busca que tomen situaciones
de la vida cotidiana para ayudar a los niños a
identificar lo que necesitan aprender o reforzar
(Solorazano et al., 2019).
Materiales y Métodos
Durante esta investigación, el principal método
será el muestreo probabilístico de los docentes
que forman parte de nuestro universo a
investigar, esta estrategia permitirá encontrar el
orden conceptual de la hipótesis previamente
formulada, además tendrá el sustento necesario
para la correcta fundamentación de la
investigación. La técnica de este estudio es la
encuesta estructurada acerca del impacto de la
formación docente en la enseñanza aprendizaje
La población se refiere al conjunto total de
individuos, elementos o casos que poseen una
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característica común o comparten una
propiedad específica, y que son objeto de
interés en un estudio o investigación. Esta
puede ser finita o infinita, y su identificación y
delimitación son fundamentales para la validez
y aplicabilidad de los resultados obtenidos a
partir de la investigación. (Gómez et al., 2016)
La población que forma parte de esta
investigación se conforma por los docentes de
la Unidad Educativa Particular Federico
Froebel que corresponden a 38 docentes los
cuales tienen común el fortalecimiento de la
formación docente en la enseñanza aprendizaje.
El cálculo del tamaño de la muestra no es una
simple operación aritmética que nos
proporcione un valor. Es una función
matemática, por lo tanto, el cambio de una
variable, necesariamente se acompaña del
cambio de la otra considerada en la ecuación.
Permite una mejor aproximación al número que
se requiere, ajustando a su vez el poder
estadístico con otros parámetros (García et al.,
2013).
Resultados
Tabla 1. Capacitación sobre formación docente.
¿Ha recibido usted capacitación sobre formación docente?
Siempre
Casi siempre
A veces
Total
Recuento
Recuento
esperado
Recuento
esperado
Recuento
esperado
Recuento
Recuento
esperado
4
2.9
3.8
1.3
8
8
4
4.1
5.2
1.7
11
11
5
5.5
7.1
2.4
15
15
1
1.5
1.9
6
4
4
14
14
18
6
38
38
Fuente: Elaboración propia
Los datos presentados en la Tabla 1 reflejan una
radiografía detallada sobre la frecuencia con la
que los docentes han participado en actividades
de capacitación enfocadas en la formación
docente. Esta información permite interpretar
de forma crítica el nivel de compromiso
institucional y personal con la actualización
profesional continua, aspecto fundamental en la
mejora del proceso enseñanza-aprendizaje en
educación inicial. En este contexto, se puede
observar que, de un total de 38 docentes
encuestados, únicamente 14 afirman haber
recibido capacitación de manera constante, es
decir, se ubican dentro de la categoría
“Siempre”. Este grupo representa un porcentaje
importante del total, pero aún insuficiente si se
pretende garantizar una práctica pedagógica
coherente con los desafíos actuales del aula y
con los requerimientos del currículo nacional.
Esta situación sugiere la existencia de factores
estructurales o personales que limitan la
participación sostenida en procesos de
formación, lo cual debe ser abordado desde una
mirada crítica y propositiva por parte de las
instituciones educativas y las autoridades
rectoras del sistema.
Por otra parte, el grupo más numeroso se
encuentra en la categoría “Casi siempre”, con
18 docentes que representan el 47.4% de la
muestra. Este hallazgo resulta significativo, ya
que evidencia que existe una participación
recurrente en programas de formación, aunque
no de manera completamente regular. Esta
situación puede deberse a diversas causas, tales
como la disponibilidad limitada de ofertas
formativas, la sobrecarga laboral, la escasez de
incentivos institucionales o incluso el escaso
reconocimiento profesional que, en muchos
casos, reciben quienes participan activamente
en estos espacios. Si bien este grupo de docentes
demuestra una disposición favorable hacia la
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actualización, el hecho de que su participación
no sea sistemática puede afectar negativamente
la continuidad de los procesos de mejora
educativa. En consecuencia, se requiere una
revisión estructural de los mecanismos de
formación continua, orientada a garantizar no
solo la oferta, sino también la permanencia,
pertinencia y aplicabilidad de los contenidos
impartidos en las capacitaciones.
Un grupo más reducido, correspondiente a 6
docentes, se ubica en la categoría “A veces”, lo
cual representa el 15.8% del total. Este
porcentaje, aunque menor en comparación con
las otras categorías, no puede pasarse por alto,
ya que pone en evidencia un rezago formativo
que debe ser atendido con carácter urgente. Este
grupo de docentes podría estar enfrentando
barreras más complejas, como la falta de acceso
a programas, limitaciones tecnológicas,
ausencia de políticas de formación
diferenciadas según el contexto o incluso
desmotivación profesional. La permanencia de
este grupo dentro del sistema educativo sin una
formación adecuada puede comprometer la
calidad del proceso enseñanza-aprendizaje y
afectar el desarrollo integral de los niños en la
etapa inicial, que es justamente donde se sientan
las bases del aprendizaje futuro. Por tanto, es
imperativo que las autoridades educativas
implementen estrategias focalizadas para
incluir a estos profesionales en procesos
formativos sostenidos, garantizando así la
equidad y la calidad del sistema educativo.
Al analizar los datos en función de los recuentos
esperados, se evidencia una relativa
correspondencia con los valores observados, lo
cual indica que la muestra mantiene cierta
estabilidad estadística. No obstante, se observan
ligeras discrepancias entre los recuentos reales
y los esperados, especialmente en las categorías
“Siempre” y “Casi siempre”, lo que puede
interpretarse como un indicio de variabilidad en
las prácticas formativas de los docentes. Estas
diferencias, aunque no son lo suficientemente
pronunciadas como para generar una distorsión
significativa en los resultados, ameritan una
reflexión sobre las condiciones institucionales
que facilitan o limitan la participación de los
docentes en programas de capacitación. La
lectura crítica de estos datos sugiere la
necesidad de fortalecer la cultura institucional
de formación continua, promoviendo una visión
compartida sobre su importancia estratégica en
el desarrollo profesional y en la mejora de la
calidad educativa.
A partir de este análisis, se puede inferir que la
capacitación docente en el contexto de la
educación inicial no está distribuida de manera
uniforme, lo cual puede generar desigualdades
en la calidad de la enseñanza impartida. La
educación inicial, al estar centrada en el
desarrollo integral de los niños, requiere
docentes altamente calificados que no solo
manejen los contenidos curriculares, sino que
también posean habilidades socioemocionales,
didácticas y tecnológicas adaptadas a las
necesidades del siglo XXI. En este sentido, los
resultados obtenidos muestran que aún existe un
camino por recorrer para consolidar una
formación docente que sea verdaderamente
integral, inclusiva y transformadora. El hecho
de que una proporción significativa de docentes
acceda a capacitaciones solo ocasionalmente
sugiere que los programas formativos aún no
logran permear de forma eficiente en toda la
comunidad educativa.
Es importante destacar que la formación
docente no debe entenderse como una acción
aislada o eventual, sino como un proceso
continuo, articulado con las necesidades del
sistema educativo y con las exigencias del
desarrollo profesional del maestro. La
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implementación de políticas públicas que
promuevan el acceso universal, gratuito y
permanente a programas de formación
pertinentes, así como el reconocimiento
efectivo de estas acciones en términos de
carrera profesional, resulta indispensable para
revertir las tendencias detectadas en este
estudio. Solo a través de una apuesta decidida
por la profesionalización docente será posible
construir un sistema educativo inclusivo,
equitativo y de calidad, capaz de responder a los
desafíos contemporáneos y de garantizar el
derecho a una educación inicial transformadora
para todos los niños y niñas del país.
Discusión de los resultados
Los resultados obtenidos en esta investigación
ponen en evidencia una realidad formativa
diversa y, al mismo tiempo, fragmentada entre
los docentes del nivel inicial. Al analizar la
frecuencia con la que los educadores han
participado en procesos de capacitación sobre
formación docente, se constata que una parte
significativa de ellos ha accedido a estos
espacios con cierta regularidad, particularmente
en las categorías de “siempre” y “casi siempre”.
Sin embargo, también se observa una
proporción de docentes cuya participación en
este tipo de actividades formativas es ocasional,
lo cual representa una alerta para la calidad del
proceso educativo. Esta heterogeneidad en los
niveles de formación se relaciona directamente
con lo señalado por Mena et al. (2024), quienes
advierten que, a pesar de las iniciativas
emprendidas para mejorar la calidad de la
educación básica e inicial en el Ecuador,
todavía persisten limitaciones estructurales y
logísticas que impiden una capacitación
continua, equitativa y contextualizada para
todos los docentes.
Desde una visión pedagógica crítica, la
formación docente debe concebirse como un
proceso constante de construcción profesional,
en el que el educador asume un rol protagónico
como sujeto activo del proceso enseñanza-
aprendizaje. En este sentido, Martínez y Nieva
(2016) afirman que el docente no solo debe ser
un transmisor de contenidos, sino también un
aprendiz permanente que reflexiona sobre su
práctica se adapta a los cambios y responde a
los desafíos del contexto escolar. Esta
perspectiva coincide con los resultados de este
estudio, en los que se identifica una voluntad
formativa por parte de muchos docentes, pero
también se evidencia que no todos cuentan con
las mismas oportunidades para desarrollarse
profesionalmente. Esta brecha debe abordarse
desde políticas institucionales que promuevan
el acceso universal, sistemático y gratuito a
programas de capacitación continua, con una
orientación transformadora e integral que
favorezca la innovación pedagógica.
La calidad de la educación inicial no puede
depender únicamente de la buena voluntad del
docente. Requiere de estructuras de apoyo que
garanticen no solo el acceso a la formación, sino
también su pertinencia, aplicabilidad y
sostenibilidad. En este contexto, Montesinos y
Uribe (2016) destacan que los docentes deben
asumir liderazgos pedagógicos que les permitan
convertirse en agentes de cambio dentro del
sistema educativo. No obstante, para que ello
ocurra, es indispensable que reciban una
formación que contemple no solo aspectos
técnicos o curriculares, sino también
habilidades sociales, emocionales y éticas, en
coherencia con los desafíos del siglo XXI. En el
presente estudio, aunque una mayoría relativa
de los docentes se capacita con frecuencia, aún
subsiste un grupo que lo hace de manera
esporádica, lo que limita su posibilidad de
asumir un rol transformador dentro del aula y
del entorno escolar.
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Otro elemento fundamental a considerar es la
percepción social e institucional de la educación
inicial. Nasqui y Pacurucu (2022) enfatizan que,
en el contexto ecuatoriano, este nivel educativo
todavía no es obligatorio ni está suficientemente
valorado por algunas familias, lo que se traduce
en una baja priorización en términos de
inversión, recursos humanos y políticas
públicas. Esta situación afecta directamente la
formación de los docentes, quienes a menudo
enfrentan condiciones laborales precarias,
escaso acompañamiento técnico y una
sobrecarga de responsabilidades. Esta realidad
puede explicar por qué algunos docentes no
acceden con la frecuencia deseada a los
espacios de formación, ya sea por falta de
tiempo, recursos o apoyo institucional. Por
tanto, resulta imprescindible revalorizar la
educación inicial como una etapa decisiva en el
desarrollo infantil, y reconocer al docente como
un actor central en este proceso, cuya
profesionalización debe ser garantizada por el
Estado y respaldada por la sociedad en su
conjunto.
La calidad de los aprendizajes en educación
inicial está profundamente vinculada a la
actitud del docente y al tipo de metodologías
que utiliza. Según Solorazano et al. (2019), el
éxito del proceso educativo en este nivel
depende en gran medida del uso de estrategias
activas y vivenciales, en las que el niño aprende
a través de experiencias significativas. No
obstante, la implementación efectiva de estas
metodologías requiere de una preparación
sólida, que solo puede lograrse mediante
procesos de formación rigurosos, actualizados y
contextualizados. La existencia de docentes que
acceden a la formación solo “a veces” implica
que aún no se ha consolidado una cultura
institucional de actualización profesional, lo
que podría limitar la innovación pedagógica y
afectar el desarrollo integral del niño. Esta
realidad subraya la necesidad de fortalecer los
sistemas de acompañamiento pedagógico y de
garantizar que la formación continua no
dependa exclusivamente del esfuerzo individual
del docente, sino que sea parte de una política
pública sostenida y comprometida con la
calidad educativa.
Resulta imprescindible incorporar en la
discusión la dimensión subjetiva del educador
como parte constitutiva del proceso formativo.
Ospina (2015) plantea que la formación inicial
y continua del docente no debe centrarse
únicamente en la adquisición de conocimientos
o habilidades técnicas, sino también en el
desarrollo de herramientas emocionales y
afectivas que le permitan reconocer y responder
a las múltiples formas en que los niños
construyen su infancia. Esta mirada humanista
y crítica de la formación docente invita a pensar
en procesos formativos que no solo busquen el
rendimiento o la eficiencia, sino que también
promuevan la construcción de identidades
profesionales comprometidas, reflexivas y
éticamente orientadas. A la luz de los resultados
obtenidos en esta investigación, se hace
evidente la necesidad de rediseñar los
programas de formación continua desde un
enfoque integral, que contemple la diversidad
de trayectorias, contextos y desafíos que
enfrentan los docentes en su práctica cotidiana.
Se evidencia que la formación docente en
educación inicial, aunque presente avances en
términos de cobertura, todavía requiere ser
fortalecida para lograr un impacto real en la
calidad del proceso enseñanza-aprendizaje. Es
necesario pasar de modelos formativos
puntuales y voluntarios a políticas estructurales
que garanticen una profesionalización continua,
equitativa y pertinente. Solo a será posible
consolidar una educación inicial inclusiva,
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transformadora y centrada en el desarrollo
pleno de todos los niños y niñas.
Conclusiones
La presente investigación ha permitido
comprender con mayor profundidad la
relevancia que tiene la formación docente en el
fortalecimiento del proceso de enseñanza-
aprendizaje en el nivel de educación inicial. A
partir del análisis realizado, se ha podido
constatar que, si bien existe un número
importante de docentes que participa con
frecuencia en procesos de capacitación, aún
persisten brechas notables en cuanto al acceso
equitativo y sistemático a estos espacios
formativos. Esta situación refleja una realidad
educativa que exige atención urgente, ya que la
falta de formación continua puede incidir
negativamente en la calidad del proceso
pedagógico y, por ende, en el desarrollo integral
de los niños y niñas. Es necesario reconocer que
la formación profesional del docente no debe
concebirse como una actividad esporádica o
voluntaria, sino como un derecho y una
responsabilidad que debe estar garantizada y
promovida desde las instituciones educativas y
desde el propio sistema nacional de educación.
Se ha evidenciado que la formación docente no
solo debe centrarse en la adquisición de
conocimientos técnicos y didácticos, sino
también en el desarrollo de competencias
integrales que incluyan habilidades
socioemocionales, comunicacionales,
tecnológicas y éticas. Un docente bien formado
es capaz de crear ambientes de aprendizaje
inclusivos, dinámicos y afectivos, donde el niño
pueda desarrollarse libremente en todas sus
dimensiones. En este sentido, la capacitación
debe ser concebida como un proceso continuo,
articulado a las necesidades del contexto
educativo y a las transformaciones que enfrenta
la sociedad actual. No basta con ofrecer cursos
o talleres de forma eventual, sino que se
requiere de un sistema estructurado y
permanente de actualización profesional, con
criterios de calidad, pertinencia y seguimiento,
que permita generar cambios sostenibles en la
práctica pedagógica. Además, es fundamental
que estas acciones formativas se desarrollen con
apoyo institucional, con recursos suficientes,
tiempos planificados y reconocimiento
profesional, de forma que el docente se sienta
motivado y respaldado en su camino hacia la
mejora continua.
Esta investigación reafirma que la calidad de la
educación inicial está profundamente vinculada
a la preparación del docente que la imparte. No
se puede hablar de una enseñanza
transformadora si el profesional a cargo no
cuenta con las herramientas, conocimientos y
condiciones necesarias para desempeñar su
labor de forma eficiente y humana. Por esta
razón, resulta prioritario consolidar una cultura
institucional que valore la formación como un
componente esencial del ejercicio docente,
fomentando políticas educativas que
promuevan la capacitación como parte de la
carrera profesional, con incentivos claros y
oportunidades accesibles para todos. Solo a
través de un compromiso colectivo entre
docentes, directivos, autoridades y comunidad
educativa, será posible garantizar que cada niño
y niña, desde sus primeros años, acceda a una
educación de calidad, equitativa y coherente
con sus necesidades e intereses. Apostar por la
formación docente es, en definitiva, apostar por
el futuro de la educación y por el desarrollo
sostenible de la sociedad.
Referencias Bibliográficas
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pedagógica.
García et al. (2013). Cálculo del tamaño de la
muestra en investigación en educación
médica.
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educación inicial.
Vargas et al. (2023). Calidad de servicios
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educación superior.
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