Ciencia y Educación
(L-ISSN: 2790-8402 E-ISSN: 2707-3378)
Vol. 6 No. 11
Noviembre del 2025
Página 219
RIESGO INDIVIDUAL PARA DESARROLLAR DM2 EN EL ENTORNO FAMILIAR DE
PACIENTES DIAGNOSTICADOS CON LA ENFERMEDAD
INDIVIDUAL RISK OF DEVELOPING T2DM IN THE FAMILY ENVIRONMENT OF
PATIENTS DIAGNOSED WITH THE DISEASE
Autores: ¹María Elizabeth Lema García, ²Daniel Enrique Salgado Lema, ³Cristian Adrián
Hurtado Chacha y
4
Glenda Soledad Jiménez Taguada.
¹ORCID ID: https://orcid.org/0009-0000-5345-846X
²ORCID ID: https://orcid.org/0009-0003-6144-6583
²ORCID ID: https://orcid.org/0009-0005-2040-607X
4
ORCID ID:
https://orcid.org/0009-0008-5499-9290
¹E-mail de contacto: elilema74@hotmail.com
²E-mail de contacto: hnmani@hotmail.com
³E-mail de contacto: hurtado.adrian2015@gmail.com
4
E-mail de contacto:
solcito_jimenez@hotmail.com
Afiliación: ¹*²*³*
4
*Investigador Independiente, (Ecuador).
Artículo recibido: 15 de Noviembre del 2025
Artículo revisado: 17 de Noviembre del 2025
Artículo aprobado: 29 de Noviembre del 2025
¹Licenciada en Enfermería, egresada en la Universidad Central de Ecuador, (Ecuador), con 27 años de experiencia laboral. Diplomado
Superior en Promoción de la Salud, egresada de la Universidad Regional de los Andes, (Ecuador). Especialista en Gestión de Proyectos
en Salud, adquirido en la Universidad Regional de los Andes, (Ecuador).
²Médico General, egresado de la Universidad San Francisco de Quito, (Ecuador), con 1 año de experiencia laboral.
³Licenciado en Enfermería, egresado de la Universidad Regional Autónoma de los Andes, (Ecuador), con 3 años de experiencia laboral.
Tecnólogo en Naturopatía, egresado del Instituto Tecnológico Superior Doctor Misael Acosta Solís, (Ecuador). Magíster en Salud Pública
mención en Enfermería Familiar y Comunitaria, egresado de la Universidad Nacional de Chimborazo, (Ecuador).
4
Licenciada en Enfermería, egresada de la Universidad Técnica de Ambato, (Ecuador), con 3 años de experiencia laboral. Magíster en
Salud Pública mención en Enfermería Familiar y Comunitaria, egresado de la Universidad Nacional de Chimborazo, (Ecuador).
Resumen
La diabetes mellitus tipo 2 representa una
entidad patológica de proporciones pandémicas
que afecta aproximadamente a 537 millones de
adultos a nivel mundial, constituyendo un
desafío de salud pública sin precedentes con
profundas implicaciones socioeconómicas. En
Ecuador, esta patología se posiciona como la
cuarta causa principal de mortalidad nacional
con 4460 defunciones anuales, presentando una
prevalencia del 16,7% en adultos mayores de
60 años. El objetivo del estudio fue determinar
el nivel de riesgo individual de desarrollar
diabetes mellitus tipo 2 aplicando el test
FINDRISC en los integrantes familiares de
pacientes diagnosticados que reciben atención
en el Centro de Salud Tipo C Saquisilí. Se
desarrolló un estudio descriptivo de corte
transversal con enfoque cuantitativo durante
mayo-julio 2025, evaluando 72 familiares de
primer y segundo grado de consanguinidad
mediante el Finnish Diabetes Risk Score,
instrumento validado que demostró
sensibilidad del 77% y especificidad del 74%.
Los resultados revelaron que el 96% de los
participantes presentó algún grado de riesgo,
con el 66,7% ubicándose en categorías
moderado, alto o muy alto, evidenciando
además que el 80,6% presentaba exceso de
peso corporal y el 70,8% patrones de
sedentarismo. El análisis estadístico mediante
Chi-cuadrado identificó que el índice de masa
corporal, el perímetro de cintura, la actividad
física diaria y el antecedente de glucosa
sanguínea elevada presentaron asociaciones
estadísticamente significativas con el riesgo
total. Se concluye que el entorno familiar de
pacientes diabéticos constituye un contexto de
especial vulnerabilidad donde los factores
antropométricos y conductuales modificables
representan los principales determinantes del
riesgo diabetogénico.
Palabras clave: Diabetes mellitus tipo 2,
Factores de riesgo, Predisposición genética a
la enfermedad, Prevención primaria,
Conducta sedentaria.
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Abstract
Type 2 diabetes mellitus represents a
pathological entity of pandemic proportions,
affecting approximately 537 million adults
worldwide, constituting an unprecedented
public health challenge with profound
socioeconomic implications. In Ecuador, this
disease is the fourth leading cause of death,
with 4,460 deaths annually, and a prevalence of
16.7% in adults over 60 years of age. The
objective of this study was to determine the
individual risk level for developing type 2
diabetes mellitus by applying the FINDRISC
test to family members of diagnosed patients
receiving care at the SaquisiType C Health
Center. A descriptive, cross-sectional study
with a quantitative approach was conducted
from May to July 2025, evaluating 72 first- and
second-degree relatives using the Finnish
Diabetes Risk Score, a validated instrument
that demonstrated a sensitivity of 77% and a
specificity of 74%. The results revealed that
96% of participants presented some degree of
risk, with 66.7% falling into moderate, high, or
very high categories. Furthermore, 80.6% were
overweight and 70.8% exhibited sedentary
lifestyles. Statistical analysis using the chi-
square test identified statistically significant
associations between body mass index, waist
circumference, daily physical activity, and a
history of elevated blood glucose and overall
risk. It is concluded that the family
environment of diabetic patients constitutes a
context of particular vulnerability where
modifiable anthropometric and behavioral
factors represent the main determinants of
diabetogenic risk.
Keywords: Diabetes mellitus type 2, Risk
factors, Genetic predisposition to disease,
Primary prevention, Sedentary behavior.
Sumário
O diabetes mellitus tipo 2 representa uma
entidade patológica de proporções pandêmicas,
afetando aproximadamente 537 milhões de
adultos em todo o mundo, constituindo um
desafio de saúde pública sem precedentes com
profundas implicações socioeconômicas. No
Equador, essa doença é a quarta principal causa
de morte, com 4.460 óbitos anualmente e uma
prevalência de 16,7% em adultos com mais de
60 anos de idade. O objetivo deste estudo foi
determinar o nível de risco individual para o
desenvolvimento de diabetes mellitus tipo 2,
aplicando o teste FINDRISC a familiares de
pacientes diagnosticados e atendidos no Centro
de Saúde Saquisilí Tipo C. Um estudo
descritivo e transversal com abordagem
quantitativa foi conduzido de maio a julho de
2025, avaliando 72 parentes de primeiro e
segundo grau utilizando o Escore de Risco de
Diabetes Finlandês (FINDRISC), um
instrumento validado que demonstrou
sensibilidade de 77% e especificidade de 74%.
Os resultados revelaram que 96% dos
participantes apresentaram algum grau de
risco, sendo que 66,7% se enquadraram nas
categorias de risco moderado, alto ou muito
alto. Além disso, 80,6% apresentavam
sobrepeso e 70,8% exibiam estilo de vida
sedentário. A análise estatística utilizando o
teste qui-quadrado identificou associações
estatisticamente significativas entre o índice de
massa corporal, a circunferência da cintura, a
atividade física diária e o histórico de glicemia
elevada e o risco geral. Conclui-se que o
ambiente familiar de pacientes diabéticos
constitui um contexto de particular
vulnerabilidade, onde fatores antropométricos
e comportamentais modificáveis representam
os principais determinantes do risco
diabetogênico.
Palavras-chave: Diabetes mellitus tipo 2,
Fatores de risco, Predisposição genética para
doença, Prevenção primaria,
Comportamento sedentário.
Introducción
La diabetes mellitus tipo 2 representa una
entidad patológica caracterizada por
hiperglucemia persistente, resultante de estados
de resistencia periférica a la insulina junto con
la disfunción progresiva de las células β
pancreáticas, influenciada por una compleja
interacción de determinantes genéticos,
epigenéticos y ambientales en proporciones
variables. Este trastorno cardiometabólico
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constituye un continuo fisiológico que va desde
alteraciones iniciales en la señalización
posreceptor hasta la disminución final de la
función secretora pancreática, manifestándose
fenotípicamente como un síndrome
poliendocrino con complicaciones
microvasculares y macrovasculares que
deterioran significativamente la funcionalidad
multiorgánica y la expectativa de vida (Elsayed,
A., et al. 2023). Por su parte, el riesgo
individual para desarrollar diabetes mellitus
tipo 2 comprende un conjunto integrado de
determinantes fisiopatológicos modificables y
no modificables que incrementan la
probabilidad de manifestación clínica de
alteraciones cardiometabólicas, incluyendo
componentes antropométricos, conductuales y
bioquímicos asociados con estados
proinflamatorios y protrombóticos. Asimismo,
el entorno familiar de pacientes diagnosticados
representa un contexto de especial
vulnerabilidad donde convergen determinantes
genéticos compartidos y factores ambientales
comunes, configurando gradientes
probabilísticos específicos según el grado de
consanguinidad (Mechanick, et al., 2020).
A nivel mundial, la diabetes mellitus ha
alcanzado proporciones pandémicas,
constituyendo un desafío de salud pública sin
precedentes que trasciende fronteras
geopolíticas y estratos socioeconómicos. Según
la International Diabetes Federation (2023),
aproximadamente 537 millones de adultos entre
20 y 79 años viven con diabetes, representando
el 10,5% de la población mundial dentro de esta
cohorte de edad. Las proyecciones
probabilísticas sugieren un aumento
exponencial a 783 millones (12,2%) para 2045,
caracterizado por patrones de distribución
heterogéneos que revelan gradientes de
vulnerabilidad específicos (Sun et al., 2022).
Esta expansión metastásica de la enfermedad se
atribuye a la convergencia sinérgica de varios
vectores causales: transición nutricional
acelerada, sedentarización progresiva,
urbanización descontrolada y longevidad de la
población. Los países con índice
sociodemográfico bajo-medio muestran el
mayor incremento en tasas de incidencia,
prevalencia, mortalidad y años de vida
ajustados por discapacidad debido a diabetes
mellitus tipo 2, reflejando inequidades
estructurales en el acceso a servicios
preventivos y terapéuticos (Ye et al. 2023).
En América Latina, el panorama
epidemiológico de la diabetes mellitus tipo 2
presenta patrones distintivos tanto en
distribución como en mortalidad, perfilándose
como un importante desafío de salud pública
con profundas implicaciones para la región.
Según la Organización Panamericana de la
Salud (2025), la diabetes es responsable de
aproximadamente 1,6 millones de muertes
anuales dentro del marco de mortalidad global,
contribuyendo sustancialmente a los 5,5
millones de muertes atribuidas a enfermedades
no transmisibles en las Américas.
Específicamente en el contexto
latinoamericano, las estimaciones de
prevalencia varían entre 8,7% y 11,9%,
equivalente a aproximadamente 32 millones de
personas afectadas, con proyecciones
epidemiológicas que indican un aumento
potencial del 55% en la prevalencia para 2040,
superando significativamente las trayectorias
promedio globales. Este perfil regional se
caracteriza por rasgos fenotípicos distintivos,
incluyendo un inicio más temprano de la
enfermedad (39,5 años comparado con 43,7
años en poblaciones caucásicas), un marcado
predominio de mujeres (ratio hombre-mujer de
1:1,4) y una mayor vulnerabilidad a
complicaciones microvasculares a pesar de
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índices de masa corporal relativamente más
bajos (Carrillo et al. 2019).
Ecuador presenta un perfil epidemiológico
distintivo en cuanto a diabetes mellitus tipo II,
caracterizado por heterogeneidad regional
significativa y disparidades sociodemográficas
que ameritan la atención de las autoridades de
salud pública. Un análisis exhaustivo de la
Encuesta Nacional de Salud, Bienestar y
Envejecimiento (SABE) indica que la
prevalencia de esta patología entre los adultos
ecuatorianos de 60 años o más es del 16,7% (IC
del 95%: 14,9%-18,7%), con prediabetes
concurrente que afecta al 36,9% (IC del 95%:
34,2%-39,6%) de este grupo demográfico
(Orces y Lorenzo, 2018). Las estadísticas
nacionales de mortalidad del Instituto Nacional
de Estadística y Censos (2024) categorizan a la
diabetes mellitus como la cuarta causa principal
de mortalidad a nivel nacional, con 4460
muertes (5,1% de la mortalidad total). Cuando
se analiza por sexo, la diabetes se ubica como la
segunda causa más común de muerte entre las
mujeres (2380 muertes; 6,4% de la mortalidad
femenina), mientras que ocupa la quinta
posición entre los hombres (2080 muertes; 4,1%
de la mortalidad masculina), resaltando una
disparidad significativa basada en el género en
los resultados de la diabetes.
La problemática de la diabetes mellitus tipo 2
en Ecuador se intensifica cuando se considera la
distribución territorial, donde las provincias
costeras muestran tasas de prevalencia
significativamente más altas comparadas con
las regiones montañosas o amazónicas,
reflejando los efectos combinados de hábitos
alimentarios, niveles de actividad física y
predisposiciones genéticas exclusivas de estas
zonas ecológicas. Según la Encuesta Nacional
de Salud y Nutrición (ENSANUT-ECU, 2012),
la prevalencia de diabetes en la población de 30
a 59 años es de 4,1%, con un porcentaje de
prevalencia para la ciudad de Quito del 4%. Por
otro lado, el Análisis Situacional Integral de
Salud del Centro de Salud Tipo C Saquisilí
reveló que no se registraron atenciones de
morbilidad de diabetes mellitus tipo 2 ni
prediabetes en la población de 20 a 49 años de
edad, mientras que en la población de 50 a 64
años se reportaron 124 atenciones de
morbilidad sin complicaciones, y en la
población mayor de 65 años, 88 atenciones de
morbilidad, siendo la segunda patología más
frecuente del perfil epidemiológico. Esta
distribución etaria plantea interrogantes sobre el
potencial de implementar estrategias de
prevención y promoción en grupos
poblacionales más jóvenes, particularmente en
aquellos con antecedentes familiares de la
enfermedad. La importancia de estudiar los
factores de riesgo cardiovascular y metabólico
en entornos familiares radica en que la diabetes
mellitus tipo 2 se asocia con un elevado riesgo
de morbilidad microvascular y macrovascular,
menor calidad de vida y mortalidad prematura,
con un 15% mayor riesgo de muerte prematura
y una reducción aproximada de 20 años en la
expectativa de vida (Ye et al. 2023). Estudios
previos han documentado que los familiares en
primer grado de pacientes diabéticos presentan
un riesgo relativo entre 2,3 y 5,5 veces mayor
de desarrollar la enfermedad, con gradientes
decrecientes según la distancia genealógica
(Russo et al., 2023).
En este contexto, herramientas validadas como
el Finnish Diabetes Risk Score (FINDRISC)
adquieren relevancia crucial, pues permiten
identificar precozmente a individuos con
elevado riesgo diabetogénico mediante
parámetros clínicos no invasivos, facilitando
intervenciones preventivas focalizadas antes de
la manifestación clínica de la enfermedad. El
FINDRISC ha demostrado una sensibilidad del
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77% y especificidad del 74% para predecir el
riesgo diabetogénico a 10 años, representando
una estrategia costo-efectiva para optimizar
recursos diagnósticos y terapéuticos en el
primer nivel de atención, permitiendo priorizar
intervenciones en subpoblaciones con mayor
vulnerabilidad biológica predeterminada y
actuar tempranamente en la prevención de esta
patología y sus complicaciones asociadas
(Gabriel et al., 2021). Por ello el objetivo del
estudio es, determinar el nivel de riesgo
individual de desarrollar la diabetes mellitus
tipo 2 aplicando el TEST FINDRISC en los
integrantes familiares de los pacientes
diagnosticados con esta enfermedad que reciben
atención en el Centro de Salud tipo C Saquisilí;
para identificar la relación con el riesgo de
desarrollar diabetes mellitus tipo 2 en los
participantes del estudio y analizar la asociación
entre las variables sociodemográficas y de estilo
de vida con el nivel de riesgo de desarrollar
diabetes mellitus tipo 2, mediante estadísticos
descriptivos.
Materiales y Métodos
El estudio se desarrolló bajo un diseño
descriptivo de corte transversal con enfoque
cuantitativo y carácter correlacional, ejecutado
en el Centro de Salud Tipo C Saquisilí durante
el período comprendido entre mayo y julio del
año 2025. La población objeto de estudio estuvo
constituida por 88 pacientes diagnosticados con
diabetes mellitus tipo 2 y sus familiares de
primer y segundo grado de consanguinidad
identificados por medio de fichas familiares
reportadas por los 11 equipos de atención
integral de salud (EAIS) adscritos al
establecimiento, de los cuales dos pertenecen al
área urbana y nueve al área rural de la ciudad de
Saquisilí. La unidad de análisis final se
conformó por 72 familiares (hijos, hermanos,
sobrinos y nietos) que cumplieron los criterios
de elegibilidad establecidos, todos ellos
residentes en el sector urbano de la parroquia de
Saquisilí, específicamente en los siguientes
sectores: EAIS 8 (barrio Mariscal Sucre sector
1, barrio Carlos Sama 2, barrio 24 de Mayo
sector centro, barrio San Juan de Bellavista,
barrio Carlosama centro, barrio Los Rosales
centro), EAIS 3 (barrio Miraflores), EAIS 4
(barrio Salacalle), y EAIS 10 (barrio Chantilín
Parroquia, Chantilín San Francisco, Chantilín
Central Narváez). Cabe señalar que en el área
rural únicamente se identificaron pacientes
diabéticos que vivían solos sin descendencia o
familiares directos residiendo en el mismo
domicilio, motivo por el cual no fueron
incluidos en la muestra.
Los criterios de inclusión contemplaron:
familiares entre 20 y 75 os de edad,
convivencia en el mismo domicilio con el
paciente índice, parentesco de primer o segundo
grado de consanguinidad, y capacidad para
comprender y firmar el consentimiento
informado. Por su parte, los criterios de
exclusión consideraron: diagnóstico previo de
diabetes tipo 1, embarazo en curso,
enfermedades terminales o estado crítico,
trastornos mentales que impidieran la
comprensión del estudio, negativa a participar
en la investigación, y personas diabéticas sin
familiares disponibles. El proceso
metodológico se inició con la socialización del
proyecto de investigación ante las autoridades
del Distrito de Salud 05D04 Saquisilí-Pujilí-
Sigchos, obteniendo la carta compromiso de
autorización correspondiente, seguida de la
presentación ante la directora técnica del Centro
de Salud Tipo C Saquisilí. Posteriormente, se
realizó una capacitación al personal de técnicos
de atención primaria de salud, enfermeras
PELDI, enfermeras rurales y médicos rurales
sobre el correcto llenado del instrumento
FINDRISC, el cual se encontraba disponible en
el sistema PRASS en la sección de prevención
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combinada. Esta capacitación enfatizó la
importancia de la herramienta como estrategia
de prevención, detección temprana y promoción
de la salud, alineada con el enfoque de
enfermería familiar y comunitaria, destacando
su utilidad para la identificación temprana de
riesgo, implementación de prevención primaria,
promoción de estilos de vida saludables,
detección de factores modificables y
seguimiento comunitario.
La recolección de datos se fundamentó en los
principios bioéticos de autonomía,
beneficencia, no maleficencia y justicia. Se
informó a cada participante sobre los objetivos,
beneficios y naturaleza voluntaria de la
investigación, obteniendo el consentimiento
informado correspondiente. Para garantizar la
confidencialidad, se implementó un sistema de
codificación alfanumérica donde cada
participante fue identificado mediante un
código compuesto por la primera letra del
nombre, primera letra del apellido y últimos tres
dígitos de cédula (ejemplo: LM253). La
aplicación del instrumento fue ejecutada
directamente por la investigadora, acompañada
de los técnicos de atención primaria de salud
quienes conocían la ubicación geográfica de los
familiares según las fichas familiares SNS-
MSP/HCU-ANEXO1/2021 del establecimiento
de salud. El Finnish Diabetes Risk Score
(FINDRISC), desarrollado por Lindström y
Tuomilehto en 2003, constituyó el instrumento
principal de medición. Este cuestionario
validado consta de ocho ítems que evalúan:
edad (<45 años, 45-54 años, 55-64 años, >64
años con puntuaciones de 0, 2, 3 y 4 puntos
respectivamente), índice de masa corporal (<25
kg/m², 25-30 kg/m², >30 kg/m² con
puntuaciones de 0, 1 y 3 puntos), circunferencia
de cintura (hombres: <94 cm, 94-102 cm, >102
cm; mujeres: <80 cm, 80-88 cm, >88 cm con
puntuaciones de 0, 3 y 4 puntos), actividad
física diaria >30 minutos (sí/no con 0 o 2
puntos), consumo diario de frutas y verduras
(sí/no con 0 o 1 punto), uso de medicación
antihipertensiva (sí/no con 0 o 2 puntos),
antecedentes personales de glucosa elevada
(sí/no con 0 o 5 puntos), y antecedentes
familiares de diabetes (primer grado/segundo
grado/no con 5, 3 o 0 puntos). La puntuación
total oscila entre 0 y 26 puntos, clasificándose
el riesgo como: bajo (<7 puntos, probabilidad
1/100), ligeramente elevado (7-11 puntos,
probabilidad 1/25), moderado (12-14 puntos,
probabilidad 1/6), alto (15-20 puntos,
probabilidad 1/3) y muy alto (>20 puntos,
probabilidad 1/2). El instrumento ha
demostrado propiedades psicométricas robustas
con sensibilidad del 70,5% y especificidad del
66,2% para detección de diabetes no
diagnosticada, con área bajo la curva ROC de
0,75 (IC 95%: 0,73-0,77) utilizando punto de
corte de 14 puntos como umbral óptimo
(Gabriel et al., 2021).
Los materiales utilizados para la aplicación del
instrumento incluyeron: fichas familiares
actualizadas, hojas impresas del test
FINDRISC, una balanza, un tallímetro adulto
marca SECA, una cinta métrica de 150 cm
marca Butterfly, calculadora, celular con acceso
a internet, y equipo de protección personal. El
proceso de evaluación tuvo una duración de 10
a 15 minutos por participante e incluyó
mediciones antropométricas básicas (peso,
talla, circunferencia abdominal) y la aplicación
del cuestionario estructurado. La totalidad del
proceso de recolección se extendió por dos
meses, desarrollándose durante las atenciones
extramurales programadas según los horarios
laborales del centro de salud. Dada la
disponibilidad limitada de los participantes en
horarios convencionales debido a compromisos
laborales y académicos fuera del cantón
Saquisilí, fue necesario extender la jornada de
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recolección hasta las 17:00 horas. Cabe
mencionar que el 100% de los familiares
identificados colaboraron voluntariamente con
la investigación.
Durante el proceso de recolección se
identificaron algunas limitaciones
metodológicas: no todas las fichas familiares se
encontraban actualizadas, evidenciándose
cambios de residencia de algunos familiares de
los pacientes diabéticos; en el parámetro de
medición de actividad física del FINDRISC se
presentó dificultad para la valoración en el caso
de amas de casa o personas dedicadas a
quehaceres domésticos, quienes consideraban
las actividades domésticas como actividad
física regular; la mayoría de los participantes no
se habían realizado exámenes de rutina de
glucosa durante los tres últimos años, y la
unidad de salud no disponía de cintas reactivas
de glucosa con glucómetro para realizar esta
prueba y obtener un dato más certero de este
parámetro. Es importante contextualizar que la
población asignada al Centro de Salud Tipo C
Saquisilí de 20 a 64 años es de 12531 habitantes
y de 65 a 74 años es de 995 habitantes, según
proyección poblacional basada en el censo de
población y vivienda del año 2022 publicado
por el INEC. Al realizar un análisis de datos de
enero a julio, se identificó que el tamizaje de
FINDRISC se había aplicado a 240 personas,
registrándose 12 pacientes con diagnóstico
nuevo de diabetes tipo 2 en primeras consultas
durante este período.
El procesamiento analítico de los datos
recolectados siguió una metodología secuencial
estructurada. Los datos obtenidos fueron
organizados inicialmente en una matriz de
Microsoft Excel, incorporando las ocho
variables cuali-cuantitativas del FINDRISC
junto con variables sociodemográficas del
sistema PRASS. Posteriormente, la información
fue transferida al software estadístico IBM
SPSS Statistics versión 26 para su análisis
riguroso. El análisis estadístico contempló la
determinación de distribuciones frecuenciales y
porcentuales de las categorías de riesgo
diabetogénico según FINDRISC (bajo <7
puntos; ligeramente elevado 7-11; moderado
12-14; alto 15-20; muy alto >20), estratificadas
por variables sociodemográficas relevantes para
contextualizar el perfil epidemiológico familiar.
Las variables cuantitativas y cualitativas fueron
analizadas mediante estadística descriptiva
utilizando porcentajes y desviación estándar. El
núcleo analítico consistió en la determinación
de coeficientes de correlación entre el grado de
consanguinidad (primer y segundo grado) y la
magnitud cuantitativa del riesgo diabetogénico
expresada en la escala FINDRISC, calculando
la significancia estadística (p<0.05) de dichas
asociaciones. Este análisis permitió determinar
con precisión la influencia del parentesco
biológico en la predisposición a desarrollar
diabetes mellitus tipo 2 dentro del entorno
familiar de pacientes ya diagnosticados. Los
resultados obtenidos fueron interpretados
considerando su aplicabilidad práctica en el
diseño de estrategias preventivas dirigidas
específicamente a núcleos familiares con
elevada carga genética diabetogénica.
Resultados y Discusión
Tras la obtención de los resultados con la
aplicación de Test de FINDRISC, se
establecieron diferentes resultados en función
de los datos obtenidos (ver tabla 1-6). En la
tabla 1 se presentan los datos
sociodemográficos de los 72 familiares
participantes en el estudio, donde se observa un
marcado predominio del género femenino con
un 70.8% frente al 29,2% masculino, lo cual
podría estar relacionado con la mayor
permanencia de las mujeres en el hogar y su
papel como principales cuidadoras familiares.
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Tabla 1. Estadísticos descriptivos: datos
sociodemográficos
Frecuencia
Porcentaje
Genero
Femenino
51
70,8
Masculino
21
29,2
Total
72
100,0
Etnia
Blanco
1
1,4
Indígena
16
22,2
Mestizo
55
76,4
Total
72
100,0
Estado
civil
Casada
20
27,8
Casado
18
25,0
Divorciada
3
4,2
Soltera
20
27,8
Soltero
11
15,3
Total
72
100,0
Nivel
educativo
Primaria
17
23,6
Secundaria
24
33,3
Superior
31
43,1
Total
72
100,0
Situación
laboral
Agricultor
4
5,6
Chofer profesional
6
8,3
Comerciante
6
8,3
Empleado privado
3
4,2
Enfermera
1
1,4
Estudiante
11
15,3
Licenciada
2
2,8
Medico
3
4,2
Profesor
5
6,9
Quehaceres domésticos
28
38,9
Técnico atención salud
2
2,8
Veterinario
1
1,4
Total
72
100,0
Fuente: elaboración propia
Respecto a la composición étnica, la población
estudiada reflejó las características
demográficas de la región andina ecuatoriana,
con predominio de mestizos representando el
76,4% de la muestra, seguido por población
indígena con 22,2% y un mínimo porcentaje de
población blanca con 1,4%. En cuanto al estado
civil, se evidenció una distribución equitativa
entre personas solteras y casadas, representando
cada categoría aproximadamente el 52,8% al
considerar ambos géneros. El 43,1% de los
participantes tenía educación superior, el 33,3%
secundaria y el 23,6% primaria, lo que indica un
buen acceso a la educación en la población
urbana de Saquisilí. El 38,9% de los
participantes realizaba quehaceres domésticos y
el 15,3% eran estudiantes; el resto correspondió
a ocupaciones profesionales y técnicas en
menor proporción, un patrón típico de zonas
urbanas pequeñas donde predominan labores
domésticas y servicios básicos.
Tabla 2. Estadísticos descriptivos: Test
FINDRISC
Frecuenc
ia
Edad
Menor de 35 años
25
Entre 34-44 años
21
Entre 45-54 años
18
Entre 55-64 años
5
Más de 64 años
3
Total
72
Índice de
masa corporal
IMC
Menor de 25Kg/m
14
Entre 25-30kg/m
31
Más de 30Kg/m
27
Total
72
Perímetro de
la cintura
medido por
debajo de la
costilla
Mujer: Menor de 80 cm
7
Mujer: Entre 80-88 cm
11
Mujer: Más de 88 cm
33
Hombre: Menor de 94 cm
3
Hombre: Entre 94-102 cm
11
Hombre: Más de 102 cm
7
Total
72
Actividad
física diaria
durante por lo
menos 30
minutos en el
trabajo y/o en
el tiempo de
ocio
No
51
Si
21
Total
72
¿Con qué
frecuencia
come frutas,
verduras y
hortalizas?
Cada día
9
No todos los días
63
Total
72
¿Alguna vez
ha tomado
regularmente
medicación
antihipertensi
va?
No
68
Si
4
Total
72
¿Alguna vez
le han
encontrado
alta la glucosa
sanguínea?
No
63
Si
9
Total
72
¿Se ha
diagnosticado
diabetes (tipo
1 o tipo 2 a
algún familiar
o pariente
próximo)?
Si: abuelos, tía, tío o primo
hermano
32
Si: padres, hermanos o hijos
40
Total
72
Fuente: elaboración propia
En la tabla 2 se detallan los resultados obtenidos
mediante la aplicación del Test FINDRISC,
evidenciando un perfil etario relativamente
joven con el 34,7% de los participantes menores
de 35 años y el 29,2% entre 34 y 44 años, lo que
representa que aproximadamente dos tercios de
la muestra se encontraba por debajo de los 45
años, edad considerada como punto crítico para
el incremento del riesgo diabetogénico. El
análisis del índice de masa corporal reveló datos
preocupantes, con solo el 19,4% de los
participantes presentando peso normal (menor
de 25 kg/m²), mientras que el 43.1% se ubicaba
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Página 227
en rango de sobrepeso (25-30 kg/m²) y el 37,5%
en rango de obesidad (más de 30 kg/m²),
indicando que el 80,6% de la población
estudiada presentaba exceso de peso corporal.
El perímetro de cintura mostró resultados
igualmente preocupantes, particularmente en
mujeres, donde el 45,8% presentó
circunferencia mayor a 88 cm, indicativa de
obesidad abdominal y riesgo cardiovascular
aumentado, mientras que entre los hombres el
15,3% presentó perímetro entre 94-102 cm y el
9,7% superó los 102 cm. La evaluación de los
hábitos de vida reveló un patrón sedentario
marcado, con el 70,8% de los participantes sin
actividad física regular diaria de al menos 30
minutos, y deficiencias nutricionales evidentes
al reportar el 87,5% un consumo irregular de
frutas, verduras y hortalizas.
Tabla 3. Estadísticos descriptivos: Test
FINDRISC: puntuación total de riesgo
Frecuencia
Porcentaje
Bajo
3
4,2
Ligeramente elevado
21
29,2
Moderado
22
30,6
Alto
23
31,9
Muy alto
3
4,2
Total
72
100
Fuente: elaboración propia
Respecto a los antecedentes clínicos, el 94,4%
no utilizaba medicación antihipertensiva
regularmente y el 87,5% negó haber tenido
episodios previos de glucosa sanguínea elevada,
aunque este último dato debe interpretarse con
cautela considerando que la mayoría de
participantes manifestó no haberse realizado
exámenes de glucosa en los últimos tres años.
Un hallazgo especialmente relevante fue que el
100% de los participantes presentaba
antecedentes familiares de diabetes,
distribuyéndose en 55,6% con familiares de
primer grado afectados (padres, hermanos o
hijos) y 44,4% con familiares de segundo grado
(abuelos, tíos o primos hermanos), confirmando
la naturaleza familiar del riesgo diabetogénico
en esta población. En la tabla 3 se presenta la
distribución de los participantes según la
puntuación total de riesgo obtenida mediante el
Test FINDRISC, revelando un panorama
epidemiológico preocupante para esta
población familiar. Los resultados muestran que
solamente el 4,2% de los participantes presentó
riesgo bajo (menos de 7 puntos), lo que
corresponde únicamente a tres personas de las
72 evaluadas, evidenciando que la gran mayoría
de los familiares de pacientes diabéticos se
encuentra en categorías de riesgo que ameritan
intervención. La categoría de riesgo
ligeramente elevado (7-11 puntos) concentró al
29,2% de los participantes, equivalente a 21
personas, quienes presentan una probabilidad
aproximada de 1 en 25 de desarrollar diabetes
en los próximos diez años. El riesgo moderado
(12-14 puntos) fue la segunda categoría más
frecuente con 30,6% (22 participantes),
indicando una probabilidad de 1 en 6 de
desarrollar la enfermedad. Particularmente
alarmante resulta que el riesgo alto (15-20
puntos) fue la categoría con mayor prevalencia,
alcanzando el 31,9% (23 participantes), con una
probabilidad de 1 en 3 de desarrollar diabetes
mellitus tipo 2 en la próxima década.
Finalmente, el riesgo muy alto (más de 20
puntos) se presentó en el 4,2% de los
participantes (3 personas), quienes tienen una
probabilidad del 50% de desarrollar la
enfermedad. Al agrupar las categorías, se
evidencia que el 96% de los familiares
estudiados presentó algún grado de riesgo para
desarrollar diabetes mellitus tipo 2, y que el
66,7% se ubicó en categorías de riesgo
moderado, alto o muy alto, lo que subraya la
urgente necesidad de implementar estrategias
preventivas focalizadas en este grupo
poblacional vulnerable por su carga genética y
exposición a factores de riesgo compartidos en
el entorno familiar.
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Página 228
Tabla 4. Datos cruzados: datos sociodemográficos y puntuación total de riesgo
Datos Sociodemográficos
Puntuación total de riesgo
Bajo
Ligeramente elevado
Moderado
Alto
Muy alto
Total
Genero
Femenino
2
13
15
18
3
51
Masculino
1
8
7
5
0
21
Total
3
21
22
23
3
72
Etnia
Blanco
0
0
0
1
0
1
Indígena
0
8
4
3
1
16
Mestizo
3
13
18
19
2
55
Total
3
21
22
23
3
72
Estado civil
Casada
0
4
6
9
1
20
Casado
0
5
4
9
0
18
Divorciada
0
0
1
1
1
3
Soltera
3
6
7
3
1
20
Soltero
0
6
4
1
0
11
Total
3
21
22
23
3
72
Nivel educativo
Primaria
0
3
4
8
2
17
Secundaria
1
10
8
5
0
24
Superior
2
8
10
10
1
31
Total
3
21
22
23
3
72
Situación laboral
Agricultor
0
0
2
1
1
4
Chofer profesional
1
2
2
1
0
6
Comerciante
0
2
1
3
0
6
Empleado privado
0
3
0
0
0
3
Enfermera
0
0
1
0
0
1
Estudiante
2
5
3
1
0
11
Licenciada
0
0
0
1
1
2
Medico
0
1
2
0
0
3
Profesor
0
1
2
2
0
5
Quehacer doméstico
0
7
9
11
1
28
Técnico atención salud
0
0
0
2
0
2
Veterinario
0
0
0
1
0
1
Total
3
21
22
23
3
72
Fuente: elaboración propia
En la tabla 4 se presentan los datos cruzados
entre las variables sociodemográficas y la
puntuación total de riesgo diabetogénico,
permitiendo identificar patrones específicos de
vulnerabilidad en diferentes segmentos
poblacionales. Respecto al género, se observa
que entre las mujeres predominan las categorías
de riesgo alto con 18 participantes y moderado
con 15 participantes, mientras que entre los
hombres existe una distribución más uniforme
entre las categorías de riesgo ligeramente
elevado, moderado y alto, siendo notable que
ningún varón alcanzó la categoría de riesgo muy
alto. Al analizar por etnia, la población mestiza
concentró la mayor cantidad de casos en todas
las categorías de riesgo, particularmente en
riesgo alto con 19 participantes y moderado con
18, mientras que la población indígena most
mayor concentración en las categorías de riesgo
ligeramente elevado con 8 participantes. En
cuanto al estado civil, tanto las personas casadas
como solteras presentaron distribuciones
similares de riesgo, con predominio en las
categorías moderado y alto, destacando que 9
mujeres casadas y 9 hombres casados se
ubicaron en riesgo alto. El análisis por nivel
educativo reveló que paradójicamente, los
participantes con educación superior
presentaron números importantes en las
categorías de riesgo moderado (10
participantes) y alto (10 participantes),
sugiriendo que un mayor nivel educativo no
necesariamente se traduce en mejores hábitos
de vida o menor riesgo metabólico. Las
personas dedicadas a quehaceres domésticos
concentraron el mayor riesgo: 11 en riesgo alto
y 9 en moderado, seguidas por estudiantes que
se ubicaron principalmente en riesgo bajo y
ligeramente elevado lo que podría relacionarse
con su menor edad y mejores hábitos de
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actividad física. Incluso los profesionales de la
salud (técnicos, enfermeras y médicos)
presentaron niveles de riesgo moderado y alto,
evidenciando que el conocimiento no siempre
implica mejores prácticas preventivas.
Tabla 5. Datos cruzados: Test FINDRISC y puntuación total de riesgo
Test FINDRISC
Puntuación total de riesgo
Bajo
Ligeramente
elevado
Moderado
Alto
Muy
alto
Total
Edad
Menor de 35 años
3
10
7
5
0
25
Entre 34-44 años
0
9
6
4
2
21
Entre 45-54 años
0
1
8
8
1
18
Entre 55-64 años
0
0
1
4
0
5
Más de 64 años
0
1
0
2
0
3
Total
3
21
22
23
3
72
Índice de masa corporal IMC
Menor de 25Kg/m
3
11
0
0
0
14
Entre 25-30kg/m
0
10
15
6
0
31
Más de 30Kg/m
0
0
7
17
3
27
Total
3
21
22
23
3
72
Perímetro de la cintura medido
por debajo de la costilla
Mujer: Menor de 80 cm
2
5
0
0
0
7
Mujer: Entre 80-88 cm
0
6
5
0
0
11
Mujer: Más de 88 cm
0
2
10
18
3
33
Hombre: Menor de 94 cm
1
2
0
0
0
3
Hombre: Entre 94-102 cm
0
6
4
1
0
11
Hombre: Más de 102 cm
0
0
3
4
0
7
Total
3
21
22
23
3
72
Actividad física diaria durante
por lo menos 30 minutos en el
trabajo y/o en el tiempo de ocio
No
1
9
18
20
3
51
Si
2
12
4
3
0
21
Total
3
21
22
23
3
72
¿Con qué frecuencia come
frutas, verduras y hortalizas?
Cada día
0
6
3
0
0
9
No todos los días
3
15
19
23
3
63
Total
3
21
22
23
3
72
¿Alguna vez ha tomado
regularmente medicación
antihipertensiva?
No
3
21
21
20
3
68
Si
0
0
1
3
0
4
Total
3
21
22
23
3
72
¿Alguna vez le han encontrado
alta la glucosa sanguínea?
No
3
21
21
18
0
63
Si
0
0
1
5
3
9
Total
3
21
22
23
3
72
¿Se ha diagnosticado diabetes
(tipo 1 o tipo 2 a algún familiar o
pariente próximo)?
Si: abuelos, tía, tío o primo hermano
2
11
12
7
0
32
Si: padres, hermanos o hijos
1
10
10
16
3
40
Total
3
21
22
23
3
72
Fuente: elaboración propia
En la tabla 5 se muestran los datos cruzados
entre las variables del Test FINDRISC y la
puntuación total de riesgo, revelando
asociaciones específicas entre factores
individuales y el nivel de riesgo diabetogénico.
El análisis de la edad demostró que los
participantes menores de 35 años se
distribuyeron principalmente en las categorías
de riesgo bajo y ligeramente elevado, mientras
que conforme aumenta la edad se observa una
clara tendencia hacia categorías de mayor
riesgo, particularmente en el grupo de 45 a 54
años donde 8 participantes alcanzaron riesgo
alto y 8 riesgo moderado. El índice de masa
corporal mostró una asociación contundente
con el nivel de riesgo, evidenciando que
ninguno de los 14 participantes con IMC normal
(menor de 25 kg/m²) alcanzó categorías de
riesgo moderado o superior, mientras que todos
los participantes con obesidad (IMC mayor de
30 kg/m²) se concentraron exclusivamente en
las categorías de riesgo moderado, alto y muy
alto, siendo 17 de ellos clasificados en riesgo
alto. El perímetro de cintura demostró patrones
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similares, donde las mujeres con circunferencia
mayor a 88 cm concentraron 18 casos de riesgo
alto y 10 de riesgo moderado, mientras que las
mujeres con perímetro normal (menor de 80
cm) se ubicaron predominantemente en
categorías de bajo riesgo. La actividad física
diaria mostró una relación inversa clara con el
nivel de riesgo, donde los 51 participantes
sedentarios se concentraron masivamente en las
categorías de riesgo moderado con 18 personas
y alto con 20, mientras que los 21 participantes
físicamente activos se distribuyeron
principalmente en las categorías de bajo y
ligeramente elevado riesgo. El consumo de
frutas y verduras evidenció que los 63
participantes con consumo irregular se
asociaron fuertemente con niveles de riesgo
moderado, alto y muy alto, mientras que los 9
participantes con consumo diario no
presentaron ningún caso de riesgo alto o muy
alto.
Tabla 6. Chi-Cuadrado: Test FINDRISC y
puntuación total de riesgo
Variable
independiente
χ² (Chi-
cuadrado
de
Pearson)
gl
Sig.
asintótica
(bilateral)
Interpretación
estadística
Edad
25,970
16
0,054
No significativa
(p>0,05)
Índice de masa
corporal (IMC)
58,957
8
0,000
Significativa
(p<0,05)
Perímetro de
cintura
58,482
8
0,000
Significativa
(p<0,05)
Actividad física
diaria ≥30 min
15,412
4
0,004
Significativa
(p<0,05)
Frecuencia de
consumo de
frutas y verduras
9,128
4
0,058
No significativa
(p>0,05)
Uso regular de
medicación
antihipertensiva
4,089
4
0,394
No significativa
(p>0,05)
Antecedente de
glucosa
sanguínea alta
27,496
4
0,000
Significativa
(p<0,05)
Antecedente
familiar de
diabetes (tipo 1 o
2)
6,273
4
0,180
No significativa
(p>0,05)
Fuente: elaboración propia
Los antecedentes de glucosa elevada mostraron
que los 9 participantes que reportaron haberla
presentado alguna vez se concentraron
exclusivamente en las categorías de riesgo
moderado, alto y muy alto, mientras que
aquellos sin este antecedente se distribuyeron
más uniformemente. Respecto a los
antecedentes familiares de diabetes, los
participantes con familiares de primer grado
afectados presentaron mayor concentración en
la categoría de riesgo alto con 16 casos,
comparado con aquellos cuyos familiares
afectados eran de segundo grado, aunque ambos
grupos presentaron distribuciones significativas
en todas las categorías de riesgo, reflejando la
influencia tanto de factores genéticos como
ambientales compartidos en el entorno familiar.
En la tabla 6 la relación entre las variables y el
nivel de riesgo de desarrollar diabetes mellitus
tipo 2 mediante la prueba de Chi-cuadrado, se
identificó que el índice de masa corporal (IMC),
el perímetro de cintura, la actividad física diaria
y el antecedente de glucosa sanguínea elevada
presentaron una asociación estadísticamente
significativa (p<0,05) con el riesgo total, lo que
indica que estos factores influyen directamente
en el aumento de la probabilidad de desarrollar
la enfermedad. En cambio, las variables edad,
frecuencia de consumo de frutas y verduras, uso
de medicación antihipertensiva y antecedentes
familiares de diabetes no mostraron una
relación significativa (p>0,05), lo que sugiere
que, en esta población, su influencia fue menor
o no determinante. En conjunto, los resultados
reflejan que los factores antropométricos y de
comportamiento son los principales
determinantes del riesgo de diabetes tipo 2, lo
que resalta la importancia de promover hábitos
saludables, mantener un peso adecuado y
realizar actividad física regular como
estrategias preventivas dentro del entorno
familiar.
El presente estudio reve que el 96% de los
familiares evaluados presentó algún grado de
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Página 231
riesgo para desarrollar diabetes mellitus tipo 2
según el test FINDRISC, con el 66,7%
ubicándose en categorías de riesgo moderado,
alto o muy alto. Estos resultados muestran
prevalencias notablemente superiores a las
reportadas en estudios de población general
latinoamericana, donde Nieto et al. (2023)
documentaron que el 34,7% de 47267
participantes de 19 países presentó riesgo
moderado o superior, mientras que el 67%
mostró algún grado de riesgo elevado. Esta
divergencia sustancial sugiere que la población
del presente estudio, compuesta exclusivamente
por familiares de pacientes diagnosticados con
diabetes mellitus tipo 2, representa una cohorte
enriquecida por historia familiar donde la
agregación de factores de riesgo genéticos y
ambientales compartidos incrementa
significativamente la vulnerabilidad cardio
metabólica. En concordancia con estos
resultados, Manios, Y., et al. (2020)
identificaron que el 39,3% de las familias
fueron clasificadas como alto riesgo cuando se
evaluaron específicamente núcleos familiares
con agregación de factores de riesgo
metabólico, demostrando que el tamizaje
familiar sistemático identifica efectivamente
poblaciones con mayor carga de riesgo
diabetogénico.
En el contexto ecuatoriano específico, los
resultados del presente estudio contrastan con
investigaciones previas realizadas en población
general. Uyaguari, M., et al. (2021) en Cuenca
reportaron que el 31,6% de 379 adultos
mestizos presentó riesgo moderado-alto,
mientras que Pérez, J., et al. (2019) en el
noroccidente de Quito documentaron solo 4%
en categorías altas, posiblemente debido a una
población más joven con edad media de 34
años. La prevalencia de 66,7% en categorías
moderado-alto-muy alto del presente estudio
supera ampliamente estos reportes regionales,
reflejando el efecto de selección por historia
familiar. Esta interpretación se fortalece con los
resultados del estudio latinoamericano de Nieto,
et al. (2023), quienes documentaron que el 60%
de personas con FINDRISC ≥12 reportaron
familiares de primer grado con diabetes tipo 2 y
el 31,6% tenían familiares de segundo grado
afectados, evidenciando que la historia familiar
es un potente agregador de riesgo que modifica
sustancialmente las distribuciones de
prevalencia cuando se estudian cohortes
familiares versus población general.
Sin embargo, existen estudios que reportan
prevalencias de riesgo marcadamente
inferiores, aunque estos corresponden
predominantemente a poblaciones generales no
seleccionadas por historia familiar o a grupos
etarios más jóvenes. Nnamudi et al. (2020) en
Nigeria evaluaron 134 adultos jóvenes de 15 a
35 años y documentaron que solo el 12% tuvo
riesgo moderado-alto, con 63,4% en categoría
de bajo riesgo. Metonnou et al. (2019) en África
subsahariana encontraron que solo el 32,8% de
536 adultos tuvo riesgo al menos ligeramente
elevado. Riise et al. (2023) en Noruega
reportaron que únicamente el 10% de pacientes
de atención primaria presentó FINDRISC ≥15,
contrastando dramáticamente con el 66,7% en
categorías moderado-alto-muy alto del presente
estudio. Estas discrepancias se explican por
diferencias fundamentales en el diseño
muestral, ya que estos estudios evaluaron
población general sin criterios de inclusión
basados en historia familiar, y en algunos casos
incluyeron poblaciones más jóvenes donde la
expresión fenotípica del riesgo metabólico aún
no se ha manifestado plenamente. La marcada
diferencia de 3 a 6 veces en las prevalencias de
alto riesgo entre estudios de población general
y el presente estudio confirma el efecto de
selección por historia familiar como
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Página 232
determinante crítico de la distribución de riesgo
diabetogénico.
Respecto a los factores de riesgo modificables,
el presente estudio documentó que el 80,6% de
los participantes presentó exceso de peso
corporal, hallazgo que concuerda con estudios
latinoamericanos en poblaciones de alto riesgo.
Guzmán, S., et al. (2016) en Argentina
encontraron que entre personas con FINDRISC
≥15, el 65,7% de hombres y el 77,2% de
mujeres presentaron perímetro de cintura
elevado, mientras que el 61,8% cumplió criterio
de obesidad. En Ecuador, Uyaguari et al. (2021)
reportaron que el 58,8% de la población de
Cuenca presentó sobrepeso u obesidad y
crucialmente, el 47,5% tuvo perímetro de
cintura de alto riesgo. El estudio
latinoamericano de Nieto et al. (2023)
documentó variaciones regionales
significativas, con Perú presentando la mayor
obesidad abdominal regional del 30,6%,
mientras que Colombia mostró la menor con
10,2%. Estos resultados demuestran que la
adiposidad excesiva constituye un problema de
salud pública extendido en América Latina, y
que las poblaciones familiares de pacientes
diabéticos concentran prevalencias aún más
elevadas de este factor de riesgo modificable
crítico.
La asociación entre adiposidad y riesgo
diabetogénico fue consistente en todos los
estudios revisados, estableciendo al exceso de
peso como el predictor modificable más
potente. El estudio argentino de Guzmán et al.
(2016) demostró que solo el 2,3% de personas
con índice de masa corporal menor a 25 kg/m²
tuvieron alto riesgo, mientras que el 45,4% de
quienes tenían índice de masa corporal mayor a
30 kg/m² presentaron FINDRISC ≥15. Un
estudio europeo confirmó que más del 70% de
padres con alto riesgo de diabetes presentaban
sobrepeso u obesidad, y crucialmente,
documentó transmisión intergeneracional del
riesgo ya que el 30% de hijos de padres con alto
riesgo ya presentaban exceso de peso.
Cahyaningsih et al. (2025) en el estudio
nacional indonesio con 25432 participantes
demostraron que el índice de masa corporal y el
perímetro de cintura aumentaron
significativamente a través de todas las
categorías de Modified FINDRISC, con el 38%
de mujeres con cintura mayor a 88 cm
clasificadas en riesgo moderado-alto. Estos
resultados confirman que la adiposidad,
particularmente la obesidad abdominal,
constituye el factor de riesgo modificable que
contribuye aproximadamente el 80% del riesgo
modificable total según análisis
latinoamericanos.
La prevalencia de sedentarismo de 70,8%
documentada en el presente estudio es
perfectamente concordante con la evidencia
latinoamericana sobre inactividad física. Pérez,
J., et al. (2019) reportaron 73% de inactividad
física en Quito, mientras que Uyaguari et al.
(2021) encontraron que el 71,2% de la
población de Cuenca no realizaba actividad
física diaria de al menos 30 minutos. El estudio
de Nieto, R., et al. (2023) documentó que el
47,8% de latinoamericanos no realizaba
actividad física de 30 minutos diarios, con
variación regional donde Perú mostró el nivel
más bajo de actividad física con solo 30,7% de
personas activas y Colombia el más alto con
51,8%. En Argentina, Guzmán, S., et al. (2016)
reportaron que el sedentarismo alcanzó el
80,9% entre personas con FINDRISC ≥15,
confirmando que la inactividad física se asocia
fuertemente con categorías superiores de riesgo
diabetogénico. Sin embargo, es notable que
poblaciones nórdicas muestran patrones
dramáticamente diferentes, ya que Riise et al.
(2023) en Noruega documentaron que el 90%
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de participantes realizaba ejercicio de al menos
30 minutos diarios, sugiriendo que las
diferencias culturales, socioeconómicas y en
infraestructura urbana influyen profundamente
en los patrones de actividad física entre regiones
geográficas.
Los resultados del presente estudio donde el
índice de masa corporal y el perímetro de
cintura fueron estadísticamente significativos
mientras que la edad y los antecedentes
familiares no alcanzaron significancia
estadística representan uno de los resultados
más relevantes y están fuertemente respaldados
por evidencia científica reciente en poblaciones
seleccionadas por historia familiar. El estudio
de validación turco de 2025 con 12249
participantes seguidos durante 6 años
documentó que el perímetro de cintura most
el odds ratio más alto de 2,22 seguido por índice
de masa corporal mayor a 30 kg/m² con odds
ratio de 1,94, mientras que la historia familiar
tuvo un odds ratio significativamente menor de
1,43. Crucialmente, este estudio turco encontró
que la actividad física y el consumo diario de
frutas y verduras no fueron estadísticamente
significativos, con valores de p mayores a 0,05.
(Kulkarni et al. 2017) en el análisis del estudio
ARIC con 9754 participantes estadounidenses
seguidos durante 9 años proporcionaron
evidencia definitiva al demostrar que el área
bajo la curva del índice de masa corporal solo
fue de 0,73 y del perímetro de cintura solo fue
de 0,72, prácticamente comparables al
FINDRISC completo de 0,74, concluyendo
explícitamente que las medidas modificables de
adiposidad se asociaron con mayores
probabilidades de diabetes que otros
componentes del score de riesgo, y que edad,
uso de medicación antihipertensiva e historia
familiar de diabetes no fueron predictores tan
fuertes para diabetes incidente en esta
población.
La validación indonesia de Rokhman et al.
(2022) con 1403 participantes confirmó este
patrón al encontrar que, para diabetes no
diagnosticada, la edad, el perímetro de cintura,
el consumo de vegetales y frutas, y la historia
de glucemia alta fueron significativos, pero la
actividad física no fue significativamente
asociada con diabetes o disglucemia.
Cahyaningsih et al. (2025) en el estudio
nacional indonesio demostraron que el índice de
masa corporal alcanzó un área bajo la curva de
0,840 y el perímetro de cintura de 0,824,
superiores a la historia familiar con 0,751,
estableciendo que las variables antropométricas
son los predictores individuales más fuertes. El
estudio portugués de 2024 en farmacia
comunitaria post-pandemia documentó que la
asociación entre índice de masa corporal y
riesgo de diabetes fue estadísticamente
significativa, confirmando al índice de masa
corporal como predictor fuerte, y que mayor
perímetro de cintura se asocia
significativamente con mayor riesgo de diabetes
en ambos géneros. Estos resultados convergen
en demostrar que, en el contexto de evaluación
transversal de riesgo, los componentes
antropométricos del FINDRISC son los
predictores más potentes y consistentes.
Sin embargo, la no significancia de edad y
antecedentes familiares en el presente estudio
contrasta con múltiples investigaciones en
población general, lo cual se explica por
fenómenos estadísticos específicos de diseños
de cohortes familiares. Jølle et al. (2019) en el
estudio HUNT noruego con 47804 participantes
seguidos durante 10 años demostraron que la
edad fue fuertemente asociada con riesgo de
diabetes a través de todas las categorías de
FINDRISC, con un C-statistic de 0,77 y con la
incidencia a 10 años incrementando de 0,4%
para FINDRISC de 0 a 3 puntos hasta 25% para
FINDRISC mayor o igual a 20 puntos. Muñoz
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et al. (2019) en Venezuela encontraron que la
edad fue altamente significativa con p igual a
0,0001, al igual que el índice de masa corporal
con p igual a 0,011 y el perímetro de cintura con
p igual a 0,031. El estudio de validación turco
de 2025 documentó que la edad fue significativa
en todos los subgrupos etarios en análisis
multivariable. Uyaguari et al. (2021) en
Cuenca-Ecuador reportaron que género,
historia familiar de diabetes y edad mostraron
correlación significativa con puntaje
FINDRISC con p igual a 0,000 en análisis de
Pearson.
A su vez, la evidencia sobre transmisión
intergeneracional del riesgo metabólico
fortalece la justificación para programas de
tamizaje familiar multigeneracional. Vitoratou
et al. (2023) en el análisis del estudio
Feel4Diabetes demostraron que puntajes
FINDRISC moderado-alto en padres se
asociaron significativamente con sobrepeso u
obesidad infantil con odds ratio de 2,1 a 2,8 y p
menor a 0,001, estableciendo que el 30% de
hijos de padres con alto riesgo ya presentaban
exceso de peso. Manios, Y., et al. (2020)
documentaron que al implementar tamizaje
escolar-comunitario en dos etapas se
identificaron 20501 padres en 11396 familias,
con 39,3% de las familias clasificadas como
alto riesgo, y que más del 70% de los padres de
alto riesgo presentaban sobrepeso u obesidad.
Estos resultados demuestran que el riesgo
metabólico se transmite a través de
generaciones mediante combinación de factores
genéticos y ambientales compartidos,
justificando intervenciones familiares que
incluyan simultáneamente padres e hijos para
modificar patrones de estilo de vida en el núcleo
familiar completo.
A pesar de limitaciones, los resultados del
presente estudio contribuyen significativamente
a la literatura científica sobre tamizaje de riesgo
diabetogénico en familiares de pacientes
diagnosticados en el contexto ecuatoriano y
latinoamericano. La prevalencia de 96% con
algún grado de riesgo y 66,7% en categorías
moderado-alto-muy alto, aunque superior a
estudios de población general, es consistente
con el efecto de selección por historia familiar
y respalda la implementación de programas de
tamizaje sistemático en este grupo de especial
vulnerabilidad. La identificación de índice de
masa corporal y perímetro de cintura como
predictores estadísticamente significativos,
concordante con evidencia científica
internacional reciente, señala que las
intervenciones preventivas deben priorizar
modificación de adiposidad mediante
programas estructurados de pérdida de peso,
incremento de actividad física de al menos 30
minutos diarios, y adopción de patrones
dietéticos saludables con consumo diario de
frutas y verduras. La elevada prevalencia de
sedentarismo de 70,8% y exceso de peso
corporal de 80,6% identificada en este estudio
representa una oportunidad masiva de
intervención en salud blica, ya que estos son
factores de riesgo modificables donde
intervenciones de estilo de vida intensivas han
demostrado reducción de 27% a 67% en
incidencia de diabetes mellitus tipo 2 durante
seguimientos de 2 a 6 años según evidencia de
estudios de prevención primaria.
Conclusiones
La evaluación del riesgo individual para
desarrollar diabetes mellitus tipo 2 en el entorno
familiar de pacientes diagnosticados reveló una
vulnerabilidad extremadamente elevada, con el
96% de los 72 familiares evaluados presentando
algún grado de riesgo según el test FINDRISC,
y únicamente el 4,2% clasificándose en
categoría de riesgo bajo. Esta prevalencia
sustancialmente superior a la reportada en
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población general confirma que el entorno
familiar de pacientes diabéticos constituye un
contexto de especial vulnerabilidad donde
convergen determinantes genéticos
compartidos y factores ambientales comunes.
Los resultados evidencian la urgente necesidad
de implementar estrategias de tamizaje
sistemático y prevención primaria focalizadas
en este grupo poblacional de alto riesgo. La
determinación del nivel de riesgo individual
mediante la aplicación del test FINDRISC
mostró una distribución alarmante, con el
66,7% de los participantes ubicándose en
categorías de riesgo moderado (30,6%), alto
(31,9%) o muy alto (4,2%), mientras que solo el
29,2% presentó riesgo ligeramente elevado.
Esta concentración masiva en categorías
superiores de riesgo indica que dos de cada tres
familiares de pacientes diabéticos presentan una
probabilidad entre 1 en 6 y 1 en 2 de desarrollar
diabetes mellitus tipo 2 en los próximos diez
años. Los resultados demuestran que el test
FINDRISC constituye una herramienta efectiva
para la identificación temprana de individuos
con elevado riesgo diabetogénico en el primer
nivel de atención, permitiendo priorizar
intervenciones preventivas en subpoblaciones
con mayor vulnerabilidad biológica.
La identificación de la relación con el riesgo de
desarrollar diabetes mellitus tipo 2 reveló que el
100% de los participantes presentaba
antecedentes familiares de diabetes,
distribuyéndose en 55,6% con familiares de
primer grado afectados (padres, hermanos o
hijos) y 44,4% con familiares de segundo grado
(abuelos, tíos o primos hermanos). Se observó
que los participantes con familiares de primer
grado afectados presentaron mayor
concentración en la categoría de riesgo alto (16
casos, 40%), comparado con aquellos cuyos
familiares afectados eran de segundo grado. Sin
embargo, paradójicamente, el análisis de Chi-
cuadrado determinó que los antecedentes
familiares de diabetes no mostraron una
asociación estadísticamente significativa con el
nivel de riesgo total (p=0,180), lo cual se
explica por la naturaleza de cohorte familiar del
estudio donde todos los participantes
compartían esta característica, eliminando la
variabilidad necesaria para detectar
significancia estadística en este factor
específico.
El análisis de asociación entre las variables
sociodemográficas y de estilo de vida con el
nivel de riesgo identificó que los factores
antropométricos y conductuales modificables
constituyen los principales determinantes del
riesgo diabetogénico en esta población familiar.
El índice de masa corporal (χ²=58,957;
p<0,001), el perímetro de cintura (χ²=58,482;
p<0,001), la actividad física diaria (χ²=15,412;
p=0,004) y el antecedente de glucosa sanguínea
elevada (χ²=27,496; p<0,001) presentaron
asociaciones estadísticamente significativas
con el riesgo total. En contraste, las variables
edad (p=0,054), frecuencia de consumo de
frutas y verduras (p=0,058), uso de medicación
antihipertensiva (p=0,394) y antecedentes
familiares de diabetes (p=0,180) no mostraron
relaciones significativas. Estos resultados
confirman que el 80,6% de participantes con
exceso de peso corporal, el 70,8% con
sedentarismo y el 45,8% de mujeres con
obesidad abdominal representan blancos
terapéuticos prioritarios para intervenciones
preventivas focalizadas en modificación de
estilo de vida, reducción de adiposidad y
promoción de actividad física regular.
Agradecimientos
Expreso mi más sincero agradecimiento a todo
el personal del Centro de Salud Tipo C
Saquisilí, de manera especial, reconozco el
apoyo de los cnicos de Atención Primaria,
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quienes facilitaron el proceso de registro, la
localización de los domicilios y el acceso a los
participantes, permitiendo ala aplicación del
test FINDRISC en el entorno familiar.
Agradezco profundamente a cada uno de los
participantes por su disposición, por escuchar
atentamente la lectura del consentimiento
informado y por aceptar formar parte de esta
investigación. Su colaboración hizo posible que
conocieran su puntaje obtenido en el
instrumento de validación y el nivel de riesgo
de desarrollar diabetes mellitus tipo 2 en los
próximos diez años. Gracias a ellos, este estudio
pudo llevarse a cabo con éxito.
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Lema García, Daniel Enrique Salgado Lema,
Cristian Adrián Hurtado Chacha y Glenda Soledad
Jiménez Taguada.